El «silencio abrumador» de la Virgen del Carmen
La Isleta cuenta las horas para que se produzca el encuentro con la imagen que venera, la madrugada de este domingo. Este sábado la confección de alfombras dará paso a una noche en la que no se duerme
El trasiego de gente que se registraba este viernes en la parroquia del Carmen de La Isleta era solo la antesala de lo que se va a vivir este fin de semana en el barrio. La cercanía del Día de Ella, como se denomina en esta parte de la ciudad al 16 de julio, festividad de la patrona de los marineros, hace que todo gire en torno a un templo que es punto de encuentro para vecinos y visitantes llegados de todos lados, porque como dicen desde la comisión que organiza las fiestas, «es una devoción que trasciende los limites del barrio».
«Cada año viene más gente y es más participativa la fiesta. Y lo que mueve la Virgen del Carmen, no lo mueve nadie», afirma el presidente de esa comisión, Alexander Arce.
Mientras habla llegan las flores con las que Juansi Rodríguez va a engalanar el trono que este domingo de madrugada saldrá a las calles del barrio portuario, cargada por los costaleros de Nuestra Señora del Carmen, al encuentro de unos fieles que se esperan en un número mayor que en ediciones anteriores. Pues la festividad coincide con el fin de semana y eso dispara todas las previsiones de asistencia.
«Tranquilamente pueden venir 50.000 personas», dice Alexander Arce, consciente del plus que esta circunstancia supone ya que, como explica, aunque a la Virgen nunca le faltan devotos que la escolten en su recorrido por La Isleta, es cierto que otros años la gente pide permiso en el trabajo o simplemente acompaña un rato a la imagen antes de acudir a cumplir con sus compromisos laborales. Sin embargo este año van a poder disfrutar de la procesión en su conjunto.
Estas horas previas son de mucho trabajo y también de nervios propios de la responsabilidad que tiene una comisión que lleva la parte festiva pero también se encarga de los preparativos de la imagen. Si no que se lo digan a Mary Carmen Pérez Bonilla, que lleva 32 años como camarera de la Virgen del Carmen y que este viernes ya lo tenía todo organizado para comenzar, «desde las siete y media de la mañana» de este sábado, con la tarea.
«Hasta las 12.00 horas que se abre la iglesia», dice quien destaca que en esta edición la imagen de la Virgen del Carmen lucirá «el traje que le regalaron los costaleros en el año 2019», quienes además en esta ocasión le han hecho entrega de un llamador de metal bañado en plata, una imagen que representa a la Inmaculada Concepción en madera policromada y un broche pectoral de un ancla en plata de ley.
La jornada de este sábado, una vez la Virgen se muestre ya vestida en su templo y en su trono de salida, continuará en la calle con la confección de las alfombras en las vías incluidas en el recorrido de la procesión.
Después llegará el concierto de La Trova, a las 21.30 horas en la calle Benartemi, y los fuegos artificiales a medianoche como anuncio de una jornada que se alarga y en la que no se pega ojo, pues a las 4.30 horas es la misa que precede a la procesión.
Un momento especial, como indica Alexander Arce, porque pese al gentío que se reúne en torno al templo, «cuando ella se asoma en la puerta, se hace el silencio. Un silencio abrumador».