Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 29 de marzo
Alberto Santana, presidente del CN Metropole. cober servicios audiovisuales

«Soy el presidente que va a salvar este club. No vamos a desaparecer»

entrevista a alberto santana ·

El presidente del Club Natación Metropole analiza la actual situación económica y traza las líneas maestras para la supervivencia de la entidad

Kevin Fontecha

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 26 de agosto 2022

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

–¿Qué radiografía hace ahora mismo del CN Metropole?

–Es una situación convulsa. A nivel mundial ya lo es, no solo en el Metropole. La pandemia y, en nuestro caso particular, como club, se nos quedaran muchas debilidades en la intemperie que antes no se palpaban. Cerraron más de 1.000 clubes y desaparecieron más de 4.000 empresas. Pero nadie nos dijo que, después de la pandemia, vendría otra crisis, la energética. Nosotros somos un club de agua, con un coste elevadísimo. Tenemos que calentar casi seis millones de litros de agua. Eso supone un coste. El año pasado nos movíamos en una cifra que pasaba los 200.000 euros. Y solo en el primer cuatrimestre de este año hemos superado dicha cantidad.

–Es una situación compleja que no nace de la noche a la mañana, que viene de atrás.

–Tenemos que mirar atrás también, porque tenemos un déficit estructural también. Cada junta directiva en su momento, en base a unos criterios siempre en pro del club, tomó sus decisiones en una situación diferente. Y creo que la nuestra es la más complicada en estos 88 años de vida. El club es un reflejo de la sociedad y es raro no tener socios que hayan entrado en un ERE o que estén en el paro, con sus dificultades en todos los niveles. Nosotros somos ese fiel reflejo. Si a eso le sumas que llegamos a tener casi 7.000 socios y ahora mismo no tenemos ni la mitad. Es una situación compleja, que no se debería de focalizar en estos 10 meses que llevo. Hay una parte que me corresponde a mí, otra a la anterior junta y de ahí para atrás.

–De momento, sigue buscando soluciones para salvar el club.

–Estamos en ese periodo donde hay que tomar decisiones complicadas e impopulares. Tenemos ese revuelo, hemos planteado un ERE. Le pedimos al socio un esfuerzo, pero claro, nosotros también tenemos que hacer esfuerzos. Los primeros no han sido suficientes, yo puedo bajar la temperatura del agua y algunos gastos, pero el problema estructural no lo atajo. Porque sigo teniendo una deuda que está entre los 800.000 y los 900.000 euros. Desde hace más de una década el fondo de maniobra es negativo. Por eso la sombra del concurso, que se está nombrando, esté ahí.

–Con semejantes números, toca hacer malabarismos.

–El club sigue abierto, dando sus servicios, y quiero dar un mensaje de esperanza, de ilusión. Todas las medidas que adoptamos son en beneficio del club. Nadie está de acuerdo en despedir. Pero ahora mismo tenemos salarios de personal que pueden llegar a los 60.000 euros de coste. No es su culpa, eso lo tenemos claro. Hay un convenio, que se ha respetado, pero es insostenible. Tengo entrenadores de más de un coste salarial de 50.000 euros. No digo que no se lo merezcan, son sus derechos y lo han cotizado. Pero nos toca a esta junta tomar una decisión para la viabilidad del club. Puede haber daños colaterales, podrá bajar el número de socios, incertidumbre... Pero no va a pasar nada con el club. Tenemos una masa social importante como para salir de esta. El club no va a desaparecer, tampoco va a cerrar. Y el socio no será responsable de nada.

–La historia recuerda a la que heredó Laporta en el FC Barcelona con Bartomeu.

–Exactamente, pero no nos valen excusas, debemos coger esto por los cuernos. Hay que gestionar el club hacia la excelencia. En todos los niveles: social, deportivo y económico. Ahora hay dificultades, pero estamos buscando ese equilibrio. Somos valiente. Soy el presidente que va a salvar el club. Tengo el conocimiento y el equipo. Y a mis socios. Que están dispuestos a ayudar. Hace décadas se avisaba del modelo del club, que estaba desfasado. Con unos estatutos sexistas, con muchas cosas que pulir. Cada cosa a su tiempo. Ilusión, equipo, ganas y mimbres para salir adelante.

–¿Tiene clara su hoja de ruta?

–Primero debemos generar confianza, liberar el nerviosismo del socio y crear ilusión. Tenemos proyectos fotovoltaicos pendientes de aplicar. Empresas que van a buscar patrocinios a efectos de club. En septiembre abriremos la multitienda. Tenemos en perspectiva la creación de una fundación. Todos los grandes clubes, de natación sobre todo, la tienen. El deporte de competición es deficitario. Con la pandemia se puso más de manifiesto. Estamos hablando de más de medio millón de euros de déficit. Si yo te planteo que lo ingreses en una fundación, hay un ahorro fiscal. A mí como contribuyente y socio, me revierte fiscalmente un importe, por lo que es más atractivo. Y así se separa la gestión deportiva, a través de la fundación, y del servicio al socio que viene a disfrutar del sol, el agua y la cafetería.

–¿Qué propuestas tienen sobre la mesa para los socios?

–Hay distintos socios. Unos que son deportistas y otros que vienen a leer el periódico en la cafetería. Mire los clubes catalanes. Separan socios de deportistas. Aunque el socio sea deportista. Ahí hay dos cuentas de explotación. Una que se va a mantener con las cuotas y otra en la que deportistas o club, a través de patrocinios, tendrán que hacer el esfuerzo para que no sean deficitarias. Hay proyectos y ganas. También tenemos que cambiar estatutos. Tenemos una cuota única de 60 euros por unidad familiar. Proponemos, como hemos dicho en estas dos asambleas, que se racionalice. No hablamos de mucho. 10 o 15 euros más por una familia. Hemos iniciado labores de captación, pero es un proceso lento.

–¿Dónde podría estar a corto plazo el oxígeno para el club?

–Aprobando las propuestas que no se aprobaron en la asamblea. Una derrama, que es necesaria. Aunque el banco nos diera un crédito, no es viable. A medio plazo esas cuotas sería complicado poder atenderlas. Con la derrama equilibraríamos el déficit coyuntural, esos 850.000 euros. Y con la racionalización de cuotas equilibraríamos el estructural.Con una cubrimos la deuda a un año y luego ajustaríamos las cuotas que llevan desde siempre, que no hacen rentable el club. Así daríamos un paso para salvarlo. Respiraríamos y proyectaríamos. Proyectos hay, pero sin recursos... En eso estamos.

–¿Cómo se consiguen esos recursos que menciona?

–Hay que aprobar en la asamblea y animar al socio indeciso. Abstenerse del ruido. Convencerle de que es el camino que hay que seguir de forma inmediata. La integridad del club está por encima de nosotros. Yo quiero llevar el barco a destino, tendré que esquivar piedras en el camino. Son cosas propias del cargo. Tengo que consensuar, animar, quitar nerviosismo, transmitir confianza e informar. Esos pasos intangibles que son tangibles a la hora de votar. Esto es lo inmediato. La sombra del concurso no es un derecho, es una obligación. Lo hemos venido avisando. Se lo decimos claramente al socio. No hemos tenido nunca una situación tan complicada como esta.

–A pesar de las sombras, transmite ilusión y confianza. ¿Los socios ven lo mismo?

–Es una apuesta complicada, pero yo soy un hombre de retos. Me gusta que palpe esta sensación porque es la que tiene mi junta directiva. Es duro, pero ante el problema, la oportunidad. Somos un equipo que hacemos deporte y sabemos lo que es el sacrificio, el precio a pagar. Estamos expuestos, no lo dudo. Salvaremos al club. Nadie me va a quitar la ilusión. Si los socios estuvieran aquí, en esta entrevista, verían que es real. Podría estar alicaído, pusilánime, pero no. Cada día que pasa nos hace más fuerte. Entre todos lo vamos a sacar.

–¿Qué puede adelantar sobre el tema del ERE?

–No puedo contar mucho al respecto. Se ha iniciado el proceso. A principio de septiembre debe concluir. Hay unas propuestas de salario, reducciones y demás. Estamos por la segunda reunión y habrá tercera y cuarta. En septiembre sabremos cuál es la foto. Apartir de ahí podré hablar. Debo respetar los tiempos de los abogados. Esto es necesario. Repito, es impopular, pero, junto con el concurso, es necesario para darle viabilidad. El que lo vea objetivamente desde fuera, entenderá el dolor, pero sabrá que es necesario. Hay que adaptarse al tiempo. Solo llevamos diez meses y me ha tocado bailar con la más fea, pero de aquí vamos a sacar un vals precioso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios