El pilar que ahoga un aparcamiento

El estacionamiento de la plaza del Pilar es para uso exclusivo de residentes y oferta un total de 282 plazas. No se trata de un equipamiento muy antiguo: su construcción se inició en mayo de 2003 y entró en funcionamiento en verano de 2005 como un estacionamiento privado abierto al público. Sin embargo, con la crisis se cerró el negocio y Sagulpa lo asumió e incorporó a su propia red de aparcamientos para residentes -formada por nueve instalaciones- en el mes de septiembre de 2010.

La sociedad municipal de aparcamientos Sagulpa ha iniciado unos trabajos que tratan de secar el inmueble. Para ello, se va a abrir una serie de canalizaciones en el hormigón con el fin de reconducir el agua hacia las estaciones de bombeo, una labor que ha sido contratada por un importe de 5.673 euros. Y, al tiempo, se van a hacer una serie de inyecciones en la misma losa con un material que sella las grietas y las impermeabiliza. Esta segunda intervención rondará los 5.000 euros.

Fuentes de Sagulpa indicaron que se confía en que con estas dos actuaciones se espera tener solucionado un problema que supone todo un misterio para el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ya que se desconoce la causa de que la bolsa de agua haya crecido tanto en los últimos tiempos.

«En el último año ha ido creciendo más», explicaron las fuentes consultadas por este periódico, «no sabemos si tiene que ver con las canalizaciones de los barrancos, no lo tenemos claro, pero parece que el acuífero ha crecido y ha acabado en el aparcamiento».

Lo cierto es que algunos usuarios ya no podían acceder a sus coches sin mojarse el calzado. Tal era la dimensión de los charcos que se formaban junto a los vehículos.

En el carril de bajada a la última planta, por ejemplo, se llegan a acumular hasta siete centímetros de altura de agua, aunque esta medida va fluctuando. Por eso, Sagulpa va a abrir una arqueta en este punto.

Los trabajos tienen una previsión de duración de diez días, con lo que a principios de febrero ya deberían estar terminados.

En caso de que la obra no solucione el problema de la inundación, se tendrá que optar por una intervención más costosa, que supondrá la instalación de una losa nueva en todo el sótano, colocando un material impermeable entre ella y el suelo actual.