La provincia de Las Palmas puede presumir de que cuenta con la primera Unidad de Estimación Forense de la Edad (UEFE) de toda España, un equipo de trabajo compuesto por las dos médicas antropólogas Diana García y Anahí Domínguez. Estas dos profesionales han colocado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Las Palmas (Imlcf) a la vanguardia mundial en estimar si los inmigrantes que llegan a nuestras costas son o no menores de edad.
Y no solo el Imlcf es pionero en la creación de una unidad de estas características, sino que sus responsables han diseñado una propuesta de valoración integral en la que ellas mismas realizarán a los supuestos menores la exploración, la entrevista y las pruebas radiodiagnósticas necesarias para que puedan estimar su edad. Un salto cualitativo inmenso que reducirá notablemente los tiempos de espera en estas pruebas y el coste económico de las mismas, todo ello en un contexto de crisis migratoria que tiene desbordados a los centros de internamiento de inmigrantes de todas las islas.
Esta Unidad de Estimación Forense de la Edad, que ya cuenta con su reconocimiento administrativo desde hace semanas, está coordinada por Diana García, que codo con codo junto a Anahí Domínguez están trabajando de forma conjunta con la Fiscalía de Extranjería y Policía Nacional: «Somos un todo», destacaron.
«Desde 2021 hasta octubre de 2022 nos podríamos haber ahorrado la segunda prueba»
Diana García
Antropóloga
«Los niños cuando llegan en una embarcación, en caso de que haya dudas sobre si son o no mayores, ingresan en un centro de menores a la espera de que la Fiscalía curse un procedimiento para que le realicemos la determinación forense de la edad», explica Domínguez. «La policía actualmente los traslada a una clínica privada de Telde para realizarse las pruebas radiológicas que, en un principio, son de la muñeca y la boca, y cuando tienen los resultados se hace un oficio para que nosotras los valoremos aquí».
De esta forma, con la saturación que sufren y siguiendo las directrices internacionales, estas dos profesionales hicieron y publicaron un estudio en el que determinaron que una de las dos pruebas, la de la boca o también llamada ortopantomografía, en la mitad de los casos no hubiese sido necesaria.
«Estudiamos 1.200 casos desde enero de 2021 hasta octubre de 2022 en Las Palmas y vimos que en la mitad nos podríamos haber ahorrado esa segunda prueba. Por ello, nos planteamos entonces la posibilidad de mejorar el sistema», apuntan. Lo recomendado es que el niño sea valorado primero por servicios sociales, psicólogos y, si persiste la duda, por un pediatra y, en caso de que la exploración no sea concluyente, «que lo valoremos nosotros los médicos forenses que pediríamos las pruebas oportunas», cuenta Diana García.
Un protocolo eficiente si el número de niños fuese moderado, pero «imposible» si se habla de, por ejemplo, los 627 inmigrantes que recibieron el pasado 2023.
Nuevo procedimiento
«Lo que planteamos y ha sido aprobado por la dirección general de Relaciones con la Administración de Justicia de Canarias es valorarlos nosotras de forma integral haciendo las entrevistas y, en caso de que fuese necesario, realizarles en el Imlcf la radiografía de muñeca y, si persiste la duda, la ortopantomografía», sostiene Diana García.
El niño, de esta forma, estaría menos tiempo sin saber si es mayor o menor, se realizaría todas las pruebas directamente en el Imlcf sin pasar por el centro donde se hacen las pruebas radiodiagnósticas, pero «todavía no tenemos todos los medios», añade, ya que están a la espera de recibir los aparatos de rayos.
Inmediatamente después de la pandemia, la media de espera para que un niño tuviese los resultados de las pruebas de edad era de un año. «Logramos reducir los plazos a un mes haciendo las placas fuera y si tuviéramos los equipos, desde que la Fiscalía nos remitiese el expediente hasta que les diésemos la cita pasarían solo 15 días y luego el informe lo emitimos en el mismo día y validamos nosotras dos como establecen las directrices internacionales».
Además, como son las dos médicos las que harán la valoración integral, podrán decidir sobre la marcha si precisan realizar las dos pruebas radiológicas, una o ninguna si no fuesen necesarias con el ahorro que eso conlleva.
«Planteamos hacer nosotras una valoración integral con las pruebas de rayos»
Anahí Domínguez
Antropóloga
Según las estadísticas, en el Imlcf de Las Palmas en el año 2019 realizaron 110 valoraciones, solo en los primeros meses de 2020 hasta marzo que comenzó la pandemia recibieron a 282 personas, 944 de Fiscalía más de los menores procedentes de juzgados de lo penal en 2021, 625 en 2022 y 627 en 2023. «El territorio español que nos sigue en número de pruebas de determinación de la edad es Melilla y, por ejemplo, vieron solo a 300 en el último año», destacan. Este año, en enero, las forenses han visto a 98 jóvenes y en febrero tienen citados a 130 y más de 90 en marzo.
Esperan aún por la llegada de los dos equipos de rayos
El proyecto de la Unidad de Estimación Forense de la Edad (UEFE) ha sido una «lucha día a día desde hace dos años» para Diana García y Anahí Domínguez. Ahora que se ha oficializado, les queda por conseguir que el Ejecutivo canario les dote de los dos equipos necesarios para las pruebas de rayos. Este hito supondrá un ahorro, según calcularon las forenses, de 98.000 euros cada semestre, todo ello sin incluir el coste de lo traslados de los menores y la custodia de la policía.
«Ya parece que el equipo de rayos está pendiente de que nos llegue y el ortopantomógrafo también está cerca de que el Gobierno de Canarias lo compre», cuentan. «También hemos tenido bastantes problemas en encontrar la ubicación para la sala donde irá esta maquinaria en el edificio del Imlcf, aunque ahora parece que encontraron un lugar idóneo».
La implicación de las dos responsables de la unidad ha sido tal que incluso se pusieron a buscar equipos en el mercado de segunda mano: «Estamos tan motivadas que somos capaces de buscar debajo de las piedras para que salga adelante». El aparato de rayos está esperando a que les digan dónde lo colocan y el ortopantomógrafo se licitó, pero cuando llegó a las islas, la Consejería lo envió al IML de Santa Cruz de Tenerife. «Es doloroso porque lo necesitamos. La crisis migratoria de esa provincia ha sido grande en estos últimos meses, pero aquí llevamos años así. Incluso, cuando vimos lo que estaba ocurriendo en Tenerife nos ofrecimos a ayudarles», narran.
Ahora, soportan una sobrecarga de 156 casos más de jóvenes derivados desde Tenerife que se han unido al aumento de la llegada de inmigrantes a la provincia de Las Palmas, pero las dos forenses lanzan una advertencia: «No desistimos, tenemos una paciencia inmensa y estamos convencidas de que la unidad va a salir adelante y nos hemos marcado de meta tener los aparatos ya en verano».
Con todo en marcha, les será «muy difícil, altamente improbable», que se les escape un menor.
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