Operación Bateas: Nueve condenados por llevar 1.203 kilos de coca en un barco

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a penas de nueve años de cárcel a ocho acusados de integrar una banda de narcotraficantes que fueron interceptados en aguas próximas a Gran Canaria a bordo de un velero que estaba averiado, con un cargamento en su interior de 1.203 kilos de cocaína. Otro individuo más fue penado a cinco años como cómplice de los anteriores. En total, estas nueve personas tendrán que pagar multas que suman los 411 millones de euros, según la sentencia.

El fallo legitima y aplaude la actuación llevada a cabo de forma conjunta por el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, denominada Operación Bateas.

La misma culminó el 4 de agosto de 2020 con el traslado a la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria del velero Nergha, que fue capturado a 1.800 kilómetros de Canarias con el cargamento de droga y cinco personas a bordo que intentaban emprender rumbo a Galicia haciéndose pasar por una travesía turística. Se dio la circunstancia que cuando fueron apresados, la embarcación tenían la vela y el motor rotos e iban a la deriva con ese cargamento que tenía un valor en el mercado negro de 48,352 millones de euros.

El velero fue abordado «de forma rápida y limpia», según señalaron los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en la madrugada del 29 de julio de 2020 y contaron con el apoyo del buque Rayo de la Armada, que trasladó la mercancía a puerto en una investigación que se había incoado judicialmente meses antes de la captura de la mercancía, en concreto el 27 de mayo por el Juzgado Central de Instrucción número 4.

Según la narración de los hechos que ofrece la Audiencia Nacional, a finales de 2019 tres de los acusados -dos hombres y una mujer de origen gallego- se pusieron de acuerdo para realizar transportes de cocaína en barcos veleros que saldrían de los puertos de esta comunidad del norte de España y retornarían «con su carga a las mismas costas gallegas». Para ello contactaron con otros tres hombres y dos mujeres, que fueron auxiliados por una sexta persona que fue la condenada como cómplice.

El 28 de enero de 2020 compraron el velero Nergha por el precio de 16.485 euros y salieron a la mar a las 8.40 horas del 16 de junio con cuatro personas, dos hombres y dos mujeres.

La embarcación con su tripulación hizo una primera escala en Portugal y el 23 de junio entró en el puerto de Cádiz, de donde salió a las 14.00 horas del día siguiente, indicando su tripulación a Capitanía Marítima que su destino era un puerto portugués, aunque finalmente no se dirigió allí, sino que navegó hacia el suroeste hasta el 9 de julio, cuando cambió el rumbo a unas 660 millas de Cabo Verde. Días más tarde, concretamente el 13 del mismo mes, el Nergha «inició una navegación claramente hacia el norte», detalla la sentencia.

Ante estos datos de navegación, los investigadores que tenían sospechas de la posible conducta delictiva de esta tripulación, solicitaron al juez instructor la autorización para el abordaje del velero en aguas internacionales. La autoridad judicial se la concedió el 28 de julio y abordaron al barco a las 7.15 horas del 29. Cinco funcionarios de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), con el apoyo del patrullero de la Armada, Rayo, encontraron en el velero a los cuatro acusados que salieron de Galicia y a un quinto «del que se ignora el momento y lugar de la travesía en los que se unió a la tripulación». Posteriormente, determinaron que este último se trataba de un 'notario' de la organización de narcotraficantes proveedora de la mercancía que embarcó en alta mar desde el buque nodriza y que era un conocido piloto de las planeadoras que hacen las descargas de droga a gran velocidad en Galicia.

Los funcionarios de DAVA realizaron una primera inspección técnica y eléctrica de la embarcación con la finalidad de comprobar la seguridad y el estado de la misma y, durante esta operación, hallaron en la popa «varios paquetes y fardos, de los que habitualmente se suelen utilizar para el transporte de sustancias estupefacientes». Igualmente, en la comprobación del sistema eléctrico de una habilitación, «aparecieron numerosos paquetes debajo del sofá de babor, en total 901», detalla la resolución.

También fue intervenida la cantidad de 2.225 euros en efectivo.

Debido al mal estado general en que se encontraba el velero, sin motor, con una vía de agua y la vela rota, fue remolcado hasta el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria por el patrullero y los funcionarios de DAVA decidieron realizar una nueva inspección del resto de los espacios de la embarcación.

En esta diligencia, encontraron 299 paquetes de un peso aproximado de un kilo cada uno de cocaína en la camareta de proa, bajo la cama.

Finalmente, patrullero Rayo-42 con el velero Nergha llegó al Arsenal del Puerto de Las Palmas el 4 de agosto de 2020, donde se descargaron los 1.200 paquetes de cocaína intervenidos, que fueron depositados en un búnquer de la Jefatura Superior de Policía. Allí permanecieron hasta ser analizados por peritos del Área de Sanidad de la Delegación de Gobierno en Canarias, arrojando un resultado de 1.203,33 kilos netos de cocaína, con una riqueza media de 81,51% y cuyo precio en venta en el mercado negro habría alcanzado los 48.352.398,60 euros.

Por este motivo, además de las penas privativas de libertad, la Audiencia Nacional impuso ocho de los nueve los condenados una multa por el valor de la cocaína incautada, mientras que en el último de los casos, el cómplice deberá abonar 24,5 millones de euros. La suma total de las sanciones impuestas por la Sala asciende a 411,3 millones.

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