Medio año de la rebelión de los cepillos en las calles de Triana

El hecho de que Lola Cabrera, arquitecta e integrante del movimiento ciudadano Las Palmas Siempre Limpia, se alegrase de ver un camión de basura en la calle Portugal y decidiese inmortalizar el momento conjetura el juicio ciudadano sobre el estado de limpieza de Las Palmas de Gran Canaria. De aquella foto derivó una conversación con los operarios del servicio de Recogida de Residuos Sólidos, quienes reconocieron las carencias que sufre el servicio, en la versión que ofrece Lola Cabrera.

Esta ciudadana no solo ha hecho elevar su voz en las concentraciones de protesta que los últimos jueves de cada mes se celebran por las calles de Triana, bajo el llamamiento de la plataforma Las Palmas Siempre Limpia, cepillos en mano. También se ha hecho oír a través de las letras de que hilamos los medios de comunicación. Pero aunque se les escucha, no se les atiende.

Esa percepción de abandono reafirma su denuncia, afianza sus peticiones y consolida su convencimiento, el mismo que ha permitido que en los últimos seis meses, este movimiento reivindicativo no haya dejado de latir en el corazón histórico de Las Palmas de Gran Canaria.

Cabrera reconoce que en los últimos meses, a partir de que los ciudadanos añadieron los cepillos al blasón de sus demandas, ha habido algunas mejoras en materia de limpieza, pero no es suficiente ante lo que estos ciudadanos consideran un «desastre» organizativo.

«Cuando yo era pequeña y vivía en Schamann», recuerda Lola Cabrera, «sabía dónde estaba el guardia, a qué hora pasaba el basurero todos los días, cuándo venía el jardinero, pero ahora no sabemos nada, todo es un desastre». Como ella, la plataforma entiende que una mejor gestión de los recursos podría garantizar «una limpieza programada y frecuente» en los barrios.

No se conforman con barrer las calles de suciedad por motivos de salud pública. También hay que pulir otros aspectos básicos como la atención a las personas sin hogar, el mantenimiento del mobiliario o la seguridad ciudadana.

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