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El concejal de Seguridad, Josué Íñiguez, anunció este martes que el Ayuntamiento ha exigido a la Delegación del Gobierno en Canarias «que cumpla con el operativo policial» diseñado para poner fin «a los problemas de convivencia» que se han producido en el entorno del parque de la Che, en La Isleta. Aquí los vecinos han organizado caceroladas para quejarse de que algunas personas migrantes acogidas en el Canarias 50 organizan botellones y protagonizan peleas.
En una comparecencia a propuesta del PP, Íñiguez informó de que la Delegación del Gobierno trasladó al Consistorio la certeza de que los problemas de inseguridad «serán atajados, bien con presencia policial, bien con un cambio de protocolo de gestión del centro».
El edil insistió en que nos encontramos ante un problema de convivencia y que la sensación de inseguridad puede tener su origen, en parte, en que no se ha sabido trasladar a los vecinos los esfuerzos que están haciendo la Policía Nacional y la Local.
Buena parte de la oposición volvió a vincular inseguridad y migración. «La Isleta está en una situación límite en cuanto a seguridad, la presión migratoria es insostenible», dijo el edil del PP Ignacio Guerra, quien atribuyó buena parte de los problemas al «buenismo» del grupo de gobierno.Después, la edila de Cs, Lidia Cáceres, pidió al Ayuntamiento que se tomara en serio el asunto. Y Francis Candil, portavoz de CC, reclamó que la presencia policial sea «más visible».
Para las concejalas no adscritas, Beatriz Correas y Carmen Guerra, criticaron la gestión del fenómeno migratorio. «Eso lo sufren los vecinos de La Isleta», expuso Guerra.
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