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Imagen de archivo de un atasco en la GC-1 que afectó a la rotonda de Belén María. C7
La licitación del soterramiento de la GC-1 en Belén María vuelve a retrasarse hasta junio

La licitación del soterramiento de la GC-1 en Belén María vuelve a retrasarse hasta junio

La obra, cuyo inicio estaba previsto este verano, no comenzará, como pronto, hasta septiembre

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 18 de abril 2023, 02:00

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El único de los grandes proyectos viarios para dotar de fluidez a la GC-1 que ha avanzado algo en los últimos años, el soterramiento de Belén María, también se ha atascado. Tras la supervisión del proyecto de obra, que fue encargado a una ingeniería externa, había que despejar las dudas sobre la propiedad de los terrenos portuarios que se necesitan para iniciar el proyecto. Según explican desde la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, una vez que el proyecto ya ha recibido el visto bueno de los técnicos de Carreteras, después de las correcciones sugeridas por los especialistas de la administración pública, se espera que el proyecto se pueda licitar a fines de mayo o principios del mes de junio.

Hay que recordar que Obras Públicas confiaba en poder licitar la adjudicación de la construcción del túnel bajo Belén María a fines de febrero o principios de marzo.

De acuerdo con los planes que se manejan en el Ejecutivo autónomo, esta misma semana se iniciará el expediente de contratación solicitando la autorización del gasto por parte del Consejo de Gobierno. Luego tendrá que pasar por la revisión del servicio de Intervención, que requerirá al menos de un mes.

Con estos mimbres, desde el Gobierno de Canarias se confía en que la licitación de esta obra, que tendrá un presupuesto cercano a los veinte millones de euros, pueda hacerse a fines de mayo o, lo que es más probable, a principios de junio, esto es, dos meses más tarde de lo previsto de manera inicial.

Con ello, no es probable que la obra comience antes del último trimestre del año y no este mismo verano, que es cuando pretendía hacerlo el Gobierno de Canarias.

Un túnel de 300 metros

El proyecto de soterramiento de la GC-1, a su paso por la rotonda de Belén María, supone deprimir la entrada y la salida de la urbanización industrial El Sebadal, de modo tal que este tráfico no se cruce con el que accede y sale del Puerto de La Luz y de Las Palmas, ni con el de La Isleta, que seguirán utilizando la carretera en superficie.

El proyecto es una vieja aspiración en la que se viene trabajando desde el punto de vista técnico desde hace casi una década. La última propuesta del Cabildo de Gran Canaria para este nudo viario suponía la construcción de un túnel de unos 300 metros de largo que arrancaría, por un lado, del parque del castillo de La Luz, a la altura de la calle Gordillo; y, por el otro, de la confluencia entre las calles Doctor Juan Domínguez Pérez y Juan Rejón.

La vía proyectada en aquel momento tenía unos 3,5 metros de ancho por calzada, a lo que se sumaban unos arcenes de medio metro -con una pequeña acera para que pudieran transitar los operarios de mantenimiento- y una mediana de dos metros.

Aquel proyecto calculaba que la inversión necesaria para su ejecución rondaría los diez millones de euros, la mitad de lo que se estima ahora.

La obra nace con la filosofía de aliviar la salida de La Isleta al dotar de fluidez la rotonda de Belén María, pero sin embargo no ataca el origen del problema de los atascos en la GC-1, en sentido sur, que no es otro que el entrelazado de Alcaravaneras y la rotonda de Torre Las Palmas, con los túneles de Julio Luengo.

A fines de 2020, comenzaron los trabajos de desmantelamiento de los tanques de combustible que la BP tenía a la entrada del Sebadal. El espacio que se libera, unos 11.000 metros cuadrados, se destinará en parte a la obra de soterramiento de la avenida marítima bajo Belén María.

En los últimos años se ha señalado cuatro puntos como las claves en las que hay que actuar para reducir el problema de los tascos en la GC-1. Se trata, en primer lugar, de la rotonda de Torre Las Palmas, en la que la negativa a comerse un tramo de Las Alcaravaneras ha congelado la actuación prevista, con lo que ahora se buscan parches que aligeren su funcionamiento; del propio soterramiento de la autovía bajo la rotonda de Belén María, que está más avanzado; del nudo de plaza de América, que también duerme el sueño de los justos; y el propio entrelazado de Alcaravaneras, que no se considera tan prioritario como los otros tres tramos anteriores.

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