Juan Francisco Vargas se enfrenta a seis años de cárcel por abusar de su hija menor
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Según las acusaciones, el padre de Yéremi realizó tocamientos a la niña de 13 años y será juzgado por la Audiencia Provincial el 8 de febreroJuan Francisco Vargas, padre del desaparecido Yéremi Vargas, se enfrenta a una petición de condena de seis años de prisión por haber cometido un presunto delito de abuso sexual sobre una de sus propias hijas, menor de edad. Tanto la Fiscalía Provincial de Las Palmas como la acusación popular ejercida por el despacho Valentín Abogados, coinciden en solicitar la misma pena, aunque en el caso de la primera de las partes interesa que el acusado indemnice a la víctima con 15.000 euros, mientras que la familia pide el pago de 20.000 por los daños morales ocasionados.
El juicio contra Vargas está señalado para el próximo 8 de febrero de 2023 a partir de las 10.00 horas y tendrá lugar ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
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Juan Francisco Vargas ya acumula una acusación formal de los dos procedimientos por la comisión de presuntos abusos sexuales sobre menores de edad en los que está inmerso. En este caso, las acusaciones describen unos hechos que, según sus tesis, cometió el encausado sobre las 00.00 horas del día 30 de agosto de 2021.
En esa ocasión, Vargas acudió con una de sus hijas a la vivienda de la calle 29 de abril -en la capital grancanaria- donde residía la que era su compañera sentimental por aquel entonces y que fue la que lo denunció esta misma semana y por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial por la comisión de un presunto delito de violencia de género.
En un momento concreto se acostaron en una cama Juan Francisco, su hija -que tenía 13 años en esa fecha- la pareja y el hijo de esta «para ver una película a través de un ordenador», sostienen los escritos de acusación.
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Seis años de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, la libertad vigilada por tiempo de seis años, la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad durante el mismo tiempo, la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que implique contacto con menores de edad por tiempo de 10 años y el abono de las costas son las penas interesadas por las acusaciones.
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Testificó en falso Según declaró la expareja de Vargas, lo que declaró en defensa del acusado en su día era falso y lo hizo coaccionada. Se trata de la principal testigo de la defensa, que ahora no contará con su testimonio para pelear la absolución.
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Otro caso más Hay que destacar que Juan Francisco Vargas también está siendo investigado por otro delito de abusos sexuales a una menor de edad, unos hechos que cometió presuntamente en Fuerteventura sobre la hija de una expareja suya.
El encausado, «con el ánimo de satisfacer sus instintos sexuales a costa de su hija» y sin que «su pareja y el hijo de esta se dieran cuenta», se pegó a la espalda de la menor y comenzó a abusar sexualmente de ella restregando sus partes íntimas sobre el cuerpo de la menor. Luego, cogió supuestamente una mano de la niña y se la llevó hacia sus genitales, «si bien la menor le quitó la mano».
La acusación particular dice que el acusado se colocó un cuchillo en su cuello con el fin de su hija no lo denunciase
A pesar de la resistencia de la víctima, Juan Francisco «le retiró el lateral de los pantalones cortos que vestía la menor» y le tocó la zona cercana a sus partes «durante unos segundos, hasta que se dio cuenta que la menor estaba despierta, momento en que cesó en su acción».
Se desplomó al suelo
Tras cometer estos supuestos actos, «posteriormente y sin mediar palabra» Juan Francisco se levantó de la cama y se desplomó en el suelo. En ese instante y desconociendo lo que había ocurrido, su pareja llamó a una ambulancia, momento en el que la víctima aprovechó «para llamar a su madre contándole lo ocurrido y pidiéndola que la fuera a buscar», destacan las acusaciones.
Fue en ese momento cuando la niña le dijo a la pareja de Juan Francisco que llamara «a la policía» e instantes después Juan Francisco se incorporó y «le reprochó» a su hija que quisiera llamar a los servicios de emergencia. Por este motivo, procedió a vestirse y se colocó un cuchillo en el cuello «con el fin de que su hija no lo denunciase». La menor intentó que su padre cesara en sus amenazas «provocando que los vecinos se despertaran» y fueron estos últimos quienes pidieron al acusado que dejara «en paz a la menor».
Debido al miedo que sufría y al estado de shock que estaba viviendo, la menor de edad «se tuvo que encerrar en el cuarto de baño, momento que aprovechó para llamar a su madre quien, a la par de mandar un WhatsApp a su hija, llamó a la policía, presentándose en el lugar de los hechos», recoge el escrito de la acusación particular.
Estos hechos son, a juicio de las acusaciones, constitutivos de un delito de abuso sexual a menores de 16 años, penado con seis años de prisión.
Su defensa argumenta que no cometió estos hechos y pide la libre absolución.