La Isleta pone en valor su identidad en el día del barrio y reivindica tener voz

Estos actos de celebración, que comenzaron el viernes 23 y se prolongarán hasta el 2 de marzo, están organizados por el Foro por la Isleta, una plataforma ciudadana que agrupa a colectivos del barrio portuario.

Las actividades previstas para este lunes comenzaron a las 18.00 horas con el pregón del escritor Moisés Morán, al que siguió la lectura del Manifiesto del Día de La Isleta, a cargo en esta ocasión de Juan Manuel Rodríguez, del club deportivo Confite. Un texto en el que cada año se recuerda el inicio de la construcción del Puerto de La Luz, una acontecimiento que se califica de «hito histórico» ya que supuso la «expansión» de un núcleo poblacional que «pasa de ser un poblado eminentemente pesquero a un caserío económico diversificado».

El documento también recuerda a la «población migrante» que «con esfuerzos, sacrificios, creatividad y espíritu emprendedor», pero también «con alegría parrandera y optimismo dicharachero» propició el nacimiento de un barrio «unido, luchador, hospitalario y solidario».

El manifiesto también recoge que en La Isleta surge el «movimiento obrero insular, con las primeras sociedades de trabajadores» o que el 1 de mayo de 1913 la Sociedad de Obreros del Carbón colocó «la primera piedra de la que fue Casa del Pueblo» en la plaza del mismo nombre. Espacio en el que en 1978 se constituyó «la sede social de la primera junta directiva democrática de la Asociación de Vecinos de La Isleta Castillo de La Luz».

Del mismo modo, el texto recalca que en los años 70 del pasado siglo el barrio «logró a contar con 40.000 residentes» y destaca a una población joven que contribuyó a acelerar el cambio social en la vida de un barrio que también se vio salpicado por «una importante influencia del exterior» que implicó cambios en las «costumbres y comportamientos» por influencia del turismo que empezó a emerger en torno a Las Canteras. Un contacto con «gentes de otras latitudes, razas y niveles culturales» que fue configurando su mentalidad.

El documento también resalta el cambio experimentado en un núcleo que se desintegró como barrio obrero y popular debido a una prosperidad y presión del entorno que ahuyentó a mucha población joven que salió del barrio.

Además, remarca la nueva «oleada inmigratoria» que «se ha instalado en el barrio, transformándose las viejas casas terreras en edificios de pisos y alterándose también las relaciones sociales-comunitarias vecinales».

Apunta que «La Isleta se ha ido configurando en un icono de la ciudad» pero que «pese a la prosperidad de las últimas décadas» la zona presenta «muchas carencias en infraestructuras deportivas, recreativas, culturales y sociales».

De ahí que en el manifiesto se proponga «un sincera y autocrítica reflexión» para aunar «esfuerzos prácticos y concretos para situar a nuestro barrio en el lugar que le corresponde».

El documento expresa el «sentido de arraigo, pertenencia y diferenciación» de los habitantes del barrio con el lema: ¡De La isleta y a mucha honra!». Pero también deja patente que no quieren ser «convidados de piedra» y reivindican su condición de «sujetos protagonistas».

Por último, reseña que el proyecto del Día de La Isleta es una propuesta abierta a la participación de personas nacidas, residentes e interesadas en el barrio.

Tras esta lectura vino la entrega de diplomas a destacados isleteros e isleteras: Miguel Ángel Betancor, 'El Pajarito' (deportista), Armanda Chavalda, 'Tatita' (maestra), Eduardo Luján (barbero), Rosa Hernández (emprendedora) y Carmelo Sánchez (tendero).

A continuación se presentó el libro 'Relatos Isleteros volumen II' y cerró el acto la actuación musical de Barrios Orquestados.