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Guanarteme se aferra a sus papagüevos

Guanarteme se aferra a sus papagüevos

Las gigantes y cabezudos muñecos cuentan con una tradición de décadas en el emblemático barrio de Las Palmas de Gran Canaria, que defiende sus tradiciones a pesar de su transformación urbana. El pasacalle estrena este jueves las fiestas del Pilar.

David Ojeda

Jueves, 1 de enero 1970

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Guanarteme sufre una de las transformaciones urbanas más agresivas de Las Palmas de Gran Canaria. Cuando hace tiempo que desapareció el aroma de las fábricas conserveras y sus casas terreras van siendo engullidas por edificios de envergadura, un grupo de vecinos del barrio continúan defendiendo las tradiciones de una zona emblemática en el desarrollo de la ciudad. Sus papagüevos, que este jueves desfilarán en el pasacalles que inaugura las fiestas del Pilar, son una muestra de arraigo.

Pepi González es una histórica líder vecinal. No hay esquina que no conozca. Y, por supuesto, historia que se le quede atrás. Ella documenta la historia de los papagüevos desde que aterrizaron hace décadas en el barrio. «Don Francisco Rodríguez fue el párroco que se encontraba en la iglesia del Pilar cuando se comenzaron a hacer las fiestas, y estuvo durante 52 años. En aquellos primeros años los feriantes le prestaban los papagüevos. Hasta que se decidió que era mejor tener los nuestros propios en el barrio. Y don Juan Bernardez, que fue el primer presidente de la comisión de fiestas, tenía una fábrica de caramelos. Él era catalán y se integró muy bien. Se encargaron seis cabezas originales a Valencia, que son de cartón piedra como los ninots de Las Fallas. Luego se hicieron seis cabezas de reproducción en fibra de vidrio», expone.

Durante décadas esos papagüevos representaron la ilusión de los niños del barrio que cada año esperaban ansiosos porque comenzaran las fiestas para verlos desfilar. «Yo vine de Firgas con nueve años y les tenía incluso un poco de miedo, hasta que acabé incluso bailando con el papagüevos de Cantiflas metida dentro».

Sin embargo, hace varias décadas la historia de los papagüevos se enfrentó a un momento crucial de su historia en el barrio. Un cambio de titular en la parroquia, un nuevo cura que pretendía desahuciar de la iglesia las cabezas de los muñecos y la aparición de Simón Alejandro Urbano, en la actualidad presidente de la comisión de fiestas. «Los iban a tirar a la basura y tomé la decisión de quedarme con ellos. Hay cabezas aquí que tienen hasta 80 años de antigüedad y no podía permitir que se perdiera esta tradición», asegura.

Este año será especial. Tras muchos años de servicio, los papagüevos han sido restaurados. «Esto es patrimonio del barrio y me gustaría que cuando yo me vaya continúe con este legado», señala Simón Urbano. Junto a Pepi González y el presidente de la comisión de fiestas hay un grupo importante de colaboradores del barrio, como Alejandro Martín, que durante el año imparte cursos de papagüevitos para que la tradición no se esfume.

Urbano contactó con el artista de Guía Tanausú Mendoza. Por sus manos pasaron las 12 cabezas que han sido no solo restauradas, sino modificadas lo suficiente para que se adapten visualmente a los tiempos actuales. «Ha hecho un trabajo impresionante. Se dedica al arte, ha hecho escenarios, es escultor y pintor», significa el presidente de la comisión.

Habrás más novedades, en este caso forzadas. Las obras de peatonalizacion en las que se encuentra el barrio obligan a sus organizadores a mantener el pasacalles pero no pueden hacer un encuentro de papagüevos, como es tradición. Y la romería del día 11 se convierte en una ofrenda por el mismo motivo. Eso sí, la noche del 11 los papagüevos volverán a llegar hasta Las Canteras para anunciar la gran traca de fiestas artificiales de la medianoche.

Las fiestas del pilar arrancan mañana en Guanarteme. Una auténtica referencia en la ciudad. Pero a los responsables de que salgan adelante les cuesta mucho tirar del carro. «Antes duraban un mes, pero hemos tenido que ir reduciéndolas. Esto antes eran casas terreras y ahora es hormigón hacia arriba», indica Pepi González. Algo que, en cierto modo, también refiere Simón Urbano. «Los nuevos vecinos no se integran. Nos ponen trabas y protestan por el ruido», acota.

Fiestas de la ciudad.

Una de los viejas aspiraciones de la comisión de fiestas es que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria reconozca las fiestas del Pilar en Guanarteme como fiestas de la ciudad, tal y como sucede, por ejemplo, en los barrios de Schamann o San Lorenzo. Fundamentalmente por la seguridad jurídica que tendrían.

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