La Fiscalía le pide cuatro años de cárcel por atropellar de muerte al corredor Mario Martel
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Héctor Ramón P.F. está acusado de un delito de conducción bajo la influencia del alcohol en concurso con el homicidio por imprudencia graveNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
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La fiscal delegada de Tráfico, Cecilia Acebal, ha elevado un escrito de acusación contra Héctor Ramón P.F. en el que pide que sea condenado a cuatro años de cárcel por ser el autor del atropello que acabó con la vida del corredor Mario Martel mientras entrenaba, la mañana del 29 de enero en la Avenida de Las Petrolíferas, dentro del Puerto de Las Palmas.
La representante del Ministerio Público entiende que los hechos con constitutivos de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas en concurso ideal con un delito de homicidio por imprudencia grave. Es decir, que un solo hecho que fue la muerte del atleta, se produjo por la comisión por parte del presunto autor de dos conductas delictivas diferentes.
Aparte de la pena privativa de libertad, la Fiscalía interesa que se le retire el derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo de seis años y el abono de las costas, además de cuantiosas cantidades en concepto de responsabilidad civil. En concreto, el acusado debería -según esta parte- indemnizar a su madre con 59.988,91 euros y a cada uno de los siete hermanos del fallecido con 18.329,94 euros. Será responsable civil directa la compañía Pelayo y, de forma subsidiaria, el acusado.
El escrito de acusación de la Fiscalía describe que Héctor Ramón P.F., sin antecedentes penales, iba conduciendo sobre las 9.00 horas del día 29 de enero de 2023, por la Avenida de Las Petrolíferas, dentro del recinto portuario. Iba a bordo de su vehículo Suzuki Vitara asegurado en la compañía Pelayo y lo hacía por el carril derecho a una velocidad de entre 70 y 82 km/h y, por tanto, superior a la permitida para la vía que tenía un límite de 40 km/h. Ademas, esta carretera era «recta y con total visibilidad», entiende la fiscal y, además, se encontraba «expedita incluso de vehículos estacionados al ser un domingo y, por tanto, no haber actividad en el recinto portuario», expone esta parte.
El encausado se dirigía a su puesto de trabajo en la empresa Gesport, la cual presta servicios de carga y descarga a una plataforma petrolífera. Acudía a su puesto tras haber salido de fiesta esa misma noche, «habiendo ingerido bebidas alcohólicas» y dormido solo «unas tres horas». Circunstancias que mermaban «sus capacidades psicofísicas».
En ese momento, Miguel Martel corría por la misma avenida ya que era un amante del running y había decidido entrenar esa mañana por el Muelle. La víctima, perito de profesión, utilizaba el espacio de la calzada destinado a zona de estacionamiento y corría «en dirección suroeste, contra vehículos», en concreto en el «espacio contiguo al carril por el que circulaba el acusado».
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De esta forma, a la altura del campo de fútbol ubicado en la Autoridad Portuaria, el encausado dejó de prestar la debida atención a la conducción y miró hacia la izquierda. Este hecho se unió a que se encontraba aún bajo los efectos del alcohol y apenas había dormido, por lo que «tenía sus facultades psicofísicas mermadas». Este cóctel de circunstancias desgraciadas hizo que «perdiera el control del vehículo desplazándose hacia la derecha e invadiendo la zona de estacionamiento de vehículos» por donde corría Mario Martel.
Lo arroyó proyectando su cuerpo a 39 metros de distancia del vehículo a causa del impacto. Sufrió un politraumatismo severo que le ocasionó una destrucción de centros vitales que acabó con su vida.
Miguel Martel, nacido el 3 de enero de 1970, estaba soltero y figuran en la causa como perjudicados por su fallecimiento su madre y sus siete hermanos, los cuales reclaman la indemnización que por estos hechos pudiera corresponderles.
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Rafael Falcón
El encausado, que presentaba según la fiscal un aspecto «abatido, ojos brillantes y enrojecidos, rostro congestionado y aliento alcohólico», fue sometido a las correspondientes pruebas de detección alcohólica, arrojando un resultado de 0,37 mg de alcohol por litro de aire espirado en el control que se le realizó a las 9.29 horas y el mismo resultado a las 9.43.
El caso está pendiente de ser señalado por el juzgado de lo penal que por turno corresponda.
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