El fiscal pide que Pepe sea condenado a 22 años de cárcel por asesinar a su mujer Encarnación
tribunales ·
La defensa considera que los hechos fueron constitutivos de un delito de homicidio e interesa una pena de cinco años de prisiónEl caso del crimen machista de Encarnación, la mujer que murió a manos de su expareja en La Isleta el 4 de abril de 2020, será juzgado a partir de este lunes por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas. En este procedimiento, la Fiscalía Provincial de Las Palmas pide para José Marcial P. A., conocido por Pepe, una pena de 22 años y un día de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco y de género y la atenuante de confesión. Mientras, la defensa ejercida por la letrada Dara Lorenzo Suárez considera que fue un homicidio e interesa para su cliente cinco años de cárcel.
Las vistas comenzarán el lunes con la constitución del Tribunal del Jurado, además de la declaración del acusado. El resto de la semana declararán los testigos, policías y peritos, para acabar con los informes finales y la realización del objeto de veredicto antes de que el jurado popular comience a deliberar.
LA PETICIÓN DE PENAS
-
22 años y un día de prisión es lo que pide la fiscal, además del abono de las costas y la libertad vigilada por 10 años, que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad. Por su parte, la defensa pide una condena de cinco años por un delito de homicidio.
El encausado había contraído matrimonio en el año 1987 con Encarnación Guiral hasta que se divorciaron en septiembre de 2013. Pero a pesar de la ruptura, José Marcial asumió el papel de cuidador de su exmujer, recibiéndola en su domicilio de la calle La Naval, lugar en el que convivieron juntos con la excepción de dos periodos en que fue ella ingresada en una residencia para mayores debido a su delicado estado de salud desde hacía años.
Encarnación, de 77 años de edad cuando perdió la vida, estaba afectada por un deterioro cognitivo moderado severo, diagnosticada de demencia mixta orgánica por consumo de alcohol y deterioro cortical tipo Alzheimer, que le imposibilitaba el autocuidado, «siendo incapaz para tomar decisiones razonables respecto de su patrimonio ni comprender el significado de un proceso judicial», según la Fiscalía en el escrito de acusación que adelantó este periódico el pasado mes de julio. Esto motivó que José Marcial fuese «la persona que atendiese la casi totalidad de sus quehaceres diarios».
En su domicilio
En este contexto, el 4 de abril de 2020, sobre las 20.30 horas y «después de cenar juntos» en el domicilio de La Isleta, la fiscal narra que Encarnación «se quedó dormida, despertándose a las 02.00 horas de la madrugada yendo al cuarto de baño de forma continua para enjuagarse la boca». La víctima «solicitaba con insistencia» que José Marcial «le diera caramelos, mostrándose inquieta, sin parar de ir a la cocina y al lugar de aseo , haciendo ruidos con la garganta, conducta que se repetía periódicamente todas las noches».
Sobre las 3 o 4 de la madrugada de ese 4 de abril, el encausado «agarró por el cuello» a Encarnación «apretando un poco para pedirle que se callara», pero sin embargo, aflojó esta presión al poco tiempo.
Llamó al 112 y dijo «mire, acabo de matar a mi mujer, la asfixié... porque es una persona que está... ansiosa, tiene enfermedad ansiosa y no he podido más ya, está toda la noche ansiosa y ansiosa y no podía más ya»
Horas después y pero en todo caso antes de las 06.50, el acusado actuó «movido por el ánimo de acabar con la vida de quien fuera su esposa», detalla el Ministerio Público. Observó que su exmujer se encontraba sentada en la cama con los pies en el suelo de espaldas a él, lo que facilitaba su ideación y que la víctima no pudiese realizar algún tipo de defensa. Esto lo aprovechó para, presuntamente, sorprenderla por detrás, pasando el brazo y antebrazo derecho por el cuello y «apretar todo lo fuerte que pudo». Al comprobar que al soltarla aún mantenía la respiración, «tomó una almohada con la mano izquierda y la colocó sobre la cara de la víctima, ejerciendo presión, hasta lograr que dejase de respirar y asegurar que no mostraba signos vitales», detalla la acusación.
José Marcial le quitó la vida a quien fuera su esposa «como acto de dominación y manifestación de superioridad sobre ella por el hecho de ser una mujer», detalla la fiscal para argumentar la aplicación de una circunstancia agravante por razones de género en la petición de pena.
Asfixia mecánica
La muerte de Encarnación se produjo, según consta en el informe de autopsia, por una acción de origen violento por asfixia mecánica, debida a la «obstrucción extrínseca de la vía aérea, siendo la inmediata la anoxia anóxica».
Minutos después de acabar con la vida de su exesposa y sobre las 06.50 horas, el encausado bajó al portal de la vivienda y llamó por teléfono a la policía para reconocer que había perpetrado la muerte de su exmujer, manifestando, entre otras, la siguiente expresión: «Mire, acabo de matar a mi mujer, la asfixié... porque es una persona que está... ansiosa, tiene enfermedad ansiosa y no he podido más ya, está toda la noche ansiosa y ansiosa y no podía más ya», dijo a los técnicos de emergencias que recogieron la llamada telefónica.
Encarnación falleció sin descendencia y apenas mantenía contacto con su familia, residentes en la península, quienes vivían despreocupados por su estado de salud y cuidados, finaliza la Fiscalía.
El encausado permanece en prisión desde el 4 de abril de 2020, fecha de su detención por la Policía Nacional.