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Efe
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 15 de octubre 2024, 15:16
El Jurado de la Audiencia de Las Palmas ha considerado este martes que el hombre que ha reconocido que mató de tres puñaladas a su tía de 84 años, a la que cuidaba, en la capital grancanaria en 2023, además de sufrir el síndrome del cuidador, perdió el control de sus impulsos de forma leve cuando sucedieron los hechos.
Tras hacerse público el veredicto, la fiscal Cecilia Acebal y la acusación particular han modificado su petición de condena y han reclamado al tribunal que, en lugar de los 15 años que pedían inicialmente, se le imponga una pena de 15 años menos un día a Sean Deance C.R., de 58 años, por un delito de asesinato con dos circunstancias atenuantes.
La abogada de la defensa, Mónica Sánchez, ha mantenido su petición de condena de 13 años de prisión para su cliente.
«Me arrepiento y pido perdón a mi familia«, ha reiterado el acusado, en su derecho a la última palabra.
Según los hechos considerados acreditados por el Jurado, sobre las 08.30 horas del 20 de marzo de 2023, el procesado acudió a la casa de su tía en el barrio de Pedro Hidalgo, le preparó el desayuno, conversó con ella y posteriormente, se dirigió hacia ella, que estaba sentada en el sofá del salón, y de forma sorpresiva la atacó con un cuchillo de cocina en el pecho, a la altura del corazón.
El acusado además mantenía una relación muy estrecha con su tía y la cuidaba debido a su edad y a que había sufrido una caída a principios de 2023, cuestión también que entiende probada el Jurado, que ha acordado por unanimidad todos los hechos salvo el relativo a la concesión del indulto, que solo ha recibido un voto a favor.
El Jurado se ha mostrado contrario a la suspensión de la ejecución de la condena que se le imponga.
La Fiscalía y la acusación particular han mantenido este martes ante la Audiencia de Las Palmas su petición de condena de 15 años de cárcel por asesinato para el hombre que ha reconocido que mató de tres puñaladas en 2023 a su tía de 84 años, a la que cuidaba, en la capital grancanaria.
En la segunda sesión del juicio contra el acusado Sean Duance C.R., su abogada ha reclamado que se le imponga una pena de 13 años de prisión, al entender que además de padecer el «síndrome del cuidador», que aprecian las acusaciones y que por ello piden la pena mínima por asesinato, se le aplique también la atenuante por obcecación.
Y ello, según ha indicado a EFE la letrada Mónica Sánchez, porque los médicos forenses han señalado en esta jornada que es posible que en el momento los hechos, ocurridos en el barrio de Pedro Hidalgo la mañana del 20 de marzo de 2023, el procesado actuó bajo un impulso que no pudo controlar, por lo que ha pedido al Jurado que tenga en cuenta esta consideración en su veredicto.
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Efe
Los hechos cometidos por el acusado ninguna de las partes los discute, pues desde el primer momento él reconoció la autoría del crimen y mostró arrepentimiento, por lo que el Jurado, que ya ha recibido el objeto del veredicto, deberá aclarar esta circunstancia.
La fiscal, Cecilia Acebal, y la acusación particular ejercida por una sobrina de la fallecida, han expuesto al Jurado que no se dan los requisitos para apreciar la atenuante de obcecación, porque ya queda incluida en la circunstancia de que procedió bajo el «síndrome del cuidador».
En esta jornada también han declarado los médicos que practicaron la autopsia y han ratificado que murió como consecuencia del shock hipovolémico que sufrió a raíz por las tres puñaladas que recibió en la región pectoral izquierda.
Así mismo, ha testificado la cuidadora que iba una vez por semana a casa de la víctima, Carmen Correa, desde que sufrió una caída a principios de 2023, quien ha dicho al tribunal que el acusado y su mujer eran los únicos a los que veía que atendían a la fallecida.
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Esta testigo fue la que alertó del crimen a la Policía, tras entrar en la vivienda esa mañana con otra cuidadora que la familia pensaba contratar para que atendiera diariamente a Carmen Correa, que también ha declarado y ha dicho que le escuchó decir al acusado dos veces: «No aguanté más».
La sobrina que ejerce la acusación particular ha manifestado al tribunal que iba de vez en cuando a visitar a su tía, con la que mantenía una relación cercana, si bien, según ha señalado la letrada de la defensa, la cuidadora que iba una vez por semana indicó que «nunca vio a ningún familiar» en la casa, salvo al sobrino y su mujer.
El acusado, en su declaración, manifestó al tribunal que no sabe lo que le pasó, que se sentía «frustrado e impotente» y se culpaba de no cuidar bien a su tía, a la que quería como a una madre, pues se crió con ella y su marido desde los cinco años, y que por ese motivo se quiso quitar la vida cuando se dio cuenta que la había matado.
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