«Entrampados» en las calles de la ciudad
circulación ·
El sector del taxi cree que la solución a los atascos circulatorios capitalinos pasa por retomar el plan del escalextric, mejorar el control de los semáforos y permitirles circular por el carril guagua«Entrampados» es el calificativo más utilizado por el sector del taxi para definir el caos circulatorio que sufre a diario en la capital grancanaria. Desde primeras horas de la mañana estos trabajadores se ven obligados a sortear los atascos jugando a la gymcana por las calles de la ciudad. La bajada de Mata a Paseo de Chil, el paseo de Tomás Morales, la avenida de Ansite con el cruce del antiguo palacio del hielo o 'bowling' -como aún le llaman los taxistas- la rotonda del hospital Negrín, el cruce de Escaleritas a Paseo de Chil, la entrada y salida por Julio Luengo, el entorno de Mesa y López, las autovías (GC-1, GC-2 y GC-23), Guanarteme... En horas de mediodía e incluso de la tarde, de nuevo, trafico en las rotondas de Belén María, Las Rehoyas, Tamaraceite o en la tijera entre León y Castillo y la GC-1... vuelve a enfrascar al transporte público en un pesada y larga caravana.
Publicidad
La capital grancanaria requiere desde hace «muchos años» una reordenación del trafico y los taxistas tienen «mucho que aportar», aseguran desde las distintas asociaciones de taxistas. Conocen «mejor que nadie» qué ocasiona estos colapsos y disponen de alternativas para reconducir el tráfico de la ciudad, agregan. Sin embargo, la Concejalía de Movilidad no atiende a sus propuestas como transporte público ni como ciudadanos -afirman -no sin criticar el «ninguneo y engaño» al que les somete el Ayuntamiento. «Ni se nos escucha ni se nos da soluciones. Somos un servicio de transporte público, como recoge nuestra normativa, aunque la administración capitalina se empeñe en tratarnos como vehículos privados», recuerda Jean Paul Chabot, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT) de la capital grancanaria.
Los problemas de movilidad en la capital no solo radican en los puntos negros principales de la ciudad como es Julio Luengo sino también, en la falta de coherencia en el control de los semáforos -en rotondas o con una duración en verde de solo 30 segundos- la implantación de la vía ciclista en calles neurálgicas que, por ende, se han reducido a un solo carril, o en las obras y futuros cierre de calles para encajar el paso de la futura MetroGuagua, concreta Chabot.
Todos estos detalles, que a primera vista pueden apreciarse como insignificantes, en su conjunto provocan trombos circulatorios en una ciudad donde, además, su «mapa del tráfico ha crecido en función de las edificaciones y no a la inversa», critica.
La circulación en la ciudad es «una trampa, un laberinto sin salida», un caos de tráfico que está repercutiendo directamente en el bolsillo de cliente y taxista, indica Ramón Almeida, presidente de Autaxi Gran Canaria. Movilidad no solo se debe al sector también a la «ciudadanía -bien se suba a un taxi o conduzca su propio coche- que no debería soportar las deficientes y erróneas decisiones tomadas en relación a la circulación capitalina», enfatiza.
Publicidad
El sector del taxi, por otro lado, también es consciente de que reparar el daño ocasionado al tráfico en Las Palmas de Gran Canaria pasa por retomar el proyecto del escalextric en Torre Las Palmas y solventar la problemática de la tijera o trenzado entre León y Castillo y la GC-1, concreta Gorky Bethencourt, portavoz de la Asociación pro Derechos del Taxista Autónomo de Canarias (Asprotac). «Creo que todos sabemos a qué me refiero. ¿Quién no ha estado retenido en esos dos puntos? Sin duda, estos atascos ya forma parte de la memoria colectiva de los ciudadanos», asevera.
Responsabilidad
El sector señala directamente al Ayuntamiento capitalino como responsable de la precariedad circulatoria de los taxis porque continúa negándoles el «paso por los carriles guagua», una medida que les permitiría prestar un servicio de mayor calidad al viajero, al tiempo que ajustarían el precio de las carreras al desplazamiento real».
Publicidad
«Lo mires por donde lo mires», los nuevos modos de movilidad personal, en especial, la bicicleta y la patineta o la nueva ley de circulación de coches de baja emisión solo son un «parcheo», apunta.
La realidad es que Las Palmas de Gran Canaria vive sumida en un «colapso permanente. Ya no hay horas puntas», señalan. Un simple accidente de tráfico en una de las arterias principales de la ciudad como la Avenida Marítima, un semáforo en verde de corta duración, un nuevo tramo de obra de MetroGuagua o calles reducidas a un único carril provocan un caos circulatorio que nos mete en una «ratonera» en pocos minutos y todo ello, a pesar de que existen alternativas como «dejarnos circular por los carriles creados para el transporte público. De hecho existen exclusivos para bicis y patinetes. ¿Por qué no para nosotros?».
Las citadas asociaciones afirman sin titubeos que la administración capitalina «esconde restringirles la actividad como a los particulares para fomentar otras vías de movilidad».
Más noticias relacionadas
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión