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El Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, este viernes en funciones de guardia, decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por la comisión de un presunto delito de homicidio para David S. investigado por ser el presunto autor del crimen del Bar Arenales en el que perdió la vida Triana Arias. En la comparecencia, el sospechoso se acogió a su derecho a no prestar declaración y los agentes de la Guardia Civil responsables del caso creen que el suceso pudo haber ocurrido el viernes 25 de abril, dos días antes del hallazgo del cadáver.
El magistrado Alberto Puebla Contreras adoptó esta decisión después de que el propietario del local de restauración situado en la esquina de la calle Castrillo con Ángel Guimerá fuera detenido el martes por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Las Palmas que investigaban desde la aparición el 27 de abril del cuerpo de Triana Arias, una colombiana nacida el 25 de julio de 1983 y residente de forma ocasional en Gran Canaria, en la playa de Los Enanos. Esta cala está situada en el municipio de Arucas, concretamente en la zona de San Andrés.
El caso continúa bajo secreto de sumario, y su instrucción, al menos en estos momentos, está a cargo del Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 1 de Arucas, partido judicial donde fue encontrado el cuerpo.
Hay que destacar que los agentes han determinado que el crimen se pudo haber producido el viernes 25 puesto que fue el último día que Triana fue vista con vida y su teléfono registró una conexión a las 12.31 horas hasta para luego ya no volver a emitir señal alguna.
También han constatado los investigadores que la víctima acudió al bar Arenales hasta en dos ocasiones, una de ellas acompañada por una amiga, un local en el que, a pesar de que estaba bastante limpio con lejía cuando realizaron el primer registro el lunes pasado, pudieron haber hallado restos orgánicos en forma de sangre presuntamente de la joven colombiana.
David S., aunque no ha prestado declaración ni a los guardias civiles ni a la autoridad judicial, si ha ofrecido una especie de versión que ha sido utilizada por los agentes para la reconstrucción de los hechos.
De forma paralela, siguen investigando qué ocurrió en el local y cómo transportó el homicida el cuerpo de la mujer desde Arenales hasta la costa norte de Gran Canaria donde fue lanzado al mar después de haberlo acuchillado en el cuello para luego intentar cortarle los miembros inferiores.
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