Las Palmas de Gran Canaria
El Cine Litoral cae al suelo y Las Palmas de Gran Canaria pierde otro recuerdoEl inmueble que corona La Isleta desde 1962 es derribado para construir viviendas en donde antiguamente lo que se edificaba eran sueños
Las Palmas de Gran Canaria sigue eliminando de su geografía emocional los recuerdos del siglo pasado. Sucede con el viejo Cine Litoral de La Isleta, entre las calles de Bentagache y Blas de Lezo, que ha sido derribado este lunes para dar paso, donde antaño se edificaban sueños, a una promoción inmobiliaria de viviendas de lujo.
Más allá del istmo la ciudad se sigue saturando. En esta ocasión, el inmueble inaugurado en 1962 se convierte en polvo en el viento para elevar allí 33 casas, con sus correspondientes garajes y trasteros. Aunque hace muchos años que se apagaron los proyectores, concretamente 43, la icónica fachada nunca fue protegida como debía, teniendo en cuenta su historia.
El edificio del Cine Litoral fue obra de Antonio Cardona Aragón, arquitecto racionalista que entre la década de 1930 y la de 1960 diseñó 26 cines en las islas como el viejo Royal, antes de ser convertido en multicines, o el Avellaneda, todavía en pie y rebautizado como Teatro Guiniguada hace ya muchos años.
Tras dejar de proyectar películas, el edificio del Litoral fue durante muchos años un supermercado. Y en sus laterales había pequeños apartamentos en los que vivían personas. Su estructura se fue degradando como le suele suceder a prácticamente todo el patrimonio histórico de Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad que hace años que perdió la memoria como se contempla en proyectos que languidecen sin solución como puede ser el de la Batería de San Juan.
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El Cine Litoral ya es historia
Un símbolo de La Isleta
Con la caída de Litoral se va un símbolo de La Isleta, un cine con capacidad para casi 700 espectadores que fue inaugurado el 28 de diciembre de 1962 con la proyección de 'Maciste el coloso', un peplum italiano que, curiosamente, se puede encontrar hoy en día en el catálogo de Prime Video.
Eran años en los que la ciudad se podía mapear a través de las salas de cine a pie de calle. El Litoral coincidía en La Isleta con otras salas como el Cine La Luz o el Victoria. Años en los que la magia y los sueños se imprimían en celuloide.
Edificios de un valor arquitectónico importante que han ido desapareciendo, sin que nadie les diera vigencia convirtiéndolos en otros espacios de creación cultural como parece, aunque también es víctima de un proyecto indefinido por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que será el caso del Cine Guanarteme.
Este lunes la piqueta ya ha hecho su trabajo y las viejas paredes que proyectó Cardona Aragón están desapareciendo por completo. Un trozo de la historia de Las Palmas de Gran Canaria se borra en segundos de la ciudad acelerando la destrucción completa de aquel patrimonio en la que la modernidad se proyectaba en esas grandes pantallas que hoy ya solo es posible encontrar en centros comerciales.