El campo de entrenamiento de la Policía Local va como un tiro
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La construcción del centro de formación y entrenamiento con armas de fuego va a buen ritmo y se abrirá en julioAl fondo del barranco de Las Majadillas, la actividad es frenética. El cuartel Manuel Lois, que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria compró a Defensa en 2005, se transforma en un centro de formación y entrenamiento de tiro policial al margen de ojos curiosos, amparado por los requiebros del cañón geológico que desemboca en Las Canteras.
Los 2,1 millones de euros que se invertirán en este proyecto que se despliega sobre 3.500 metros cuadrados comienzan a materializarse.
Lo primero que sorprende al entrar es lo avanzada que está la nave principal. Aquí se ubica la recepción, que tendrá unos 30 metros cuadrados; un aula de formación, con casi 91 metros cuadrados, que podrá ser utilizada para la formación de los agentes ; y los vestuarios, el cuarteo de armas -una especie de caja fuerte de tres metros cuadrados en los que se depositan las pistolas al llegar y se recogen antes de salir porque no puede guardarse el armamento en ella-, una sala diseñada para reuniones, el despacho de dirección y el archivo.
Estas instalaciones quedarán separadas de la otra parte del edificio donde se harán prácticas de tiro en intervenciones en espacios cerrados y formación en demolición de puertas.
Es lo que se conoce en argot policial como 'killing house'. Para evitar que los disparos dañen el muro de separación que se está levantando entre las dos zonas del inmueble, se va a colocar un revestimiento de 500 metros cuadrados de acero de seis milímetros de grosor y caucho, hasta alcanzar una altura cercana a los tres metros.
Una vez que se sale de este edificio, barranco adentro, se llega a la galería de tiro, cuya superficie es de 82 metros cuadrados. Se aprovecha aquí una estructura que era utilizada por los infantes de Marina cuando las instalaciones militares estaban en uso. Tiene veinte puestos distribuidos en dos plantas y separadas por muros de hormigón. Aquí queda por cambiar la escalera de acceso al piso superior ya que no cumple los requisitos constructivos actuales.
Esta galería cumple todos los requisitos de seguridad ya que impide que cualquier disparo fortuito salga hacia atrás, donde se situará el instructor, o afecte a los compañeros que estén realizando prácticas de tiro en los puestos contiguos. En principio, se exige que haya un instructor por cada cuatro policías que estén disparando sus armas. Aquí se podrá disparar a blancos que están a 25 y a 50 metros.
El Ayuntamiento confía en que el alquiler del centro amortice la inversión en dos años
La parte superior está diseñada para el uso de armas largas, que son las que tienen la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. La Policía Local no dispone de ellas pero hay en marcha una modificación normativa que permitirá que los cuerpos especiales de la Policía Local disponga de este tipo de armamento. En el caso de la capital grancanaria, el único que podría utilizarlo es el Grupo Operativo de Intervención y Apoyo-Unidad Especial (GOIA-UE).
El recorrido hacia el interior del barranco conduce entonces hacia la zona donde se realizarán las prácticas con vehículos y que tiene unos 955 metros cuadrados. En este lugar se colocarán blancos desplazables en tres de los lados del campo y doce más fijos (cuatro por lado) del tipo 'amigo-neutral-enemigo'.
«Esto no lo tiene nadie en Europa», resume el responsable de armamento y tiro de la Policía Local, David Taboada, quien asegura que el proyecto ha despertado ya el interés de otros cuerpos policiales españoles y europeos.
De hecho, el Ayuntamiento ha puesto ya sobre la mesa la necesidad de desarrollar una ordenanza fiscal que fije una nueva tasa por el uso de estas instalaciones. «En dos años podríamos tener amortizada la inversión», indicó el concejal de Seguridad, Josué Íñiguez.
El edil aseguró que con el centro formativo de Manuel Lois la ciudad abrirá un nuevo nicho de negocio, no solo en el apartado policial, sino también para alquilarlo a productoras cinematográficas que necesiten rodar escenas en las que se requiera el uso de armas de fogueo en espacios cerrados.
Aparte de la versatilidad y especialización de las instalaciones, su cercanía a los hoteles de la ciudad y al hospital General de Gran Canaria Doctor Negrín -a tres minutos en coche- son otras fortalezas de esta instalación. Por si fuera poco, el hecho de que estén al aire libre evita las limitaciones que imponen las galerías cerradas -solo se pueden usar dos horas seguidas- y reduce el riesgo de intoxicación.
Tras la zona de entrenamiento de vehículos se han dispuesto tres galerías polivalentes que podrán servir de apoyo a la celebración de congresos policiales o campeonatos nacionales o internacionales de tiro policial.
Al fondo habrá un área de reposo, la llamada zona fría, que sirve para bajar pulsaciones.
El centro no solo servirá para mejorar la formación de los agentes y, por consiguiente, aumentar la seguridad de las intervenciones, sino que aumentará el orgullo del cuerpo. «Nos hace falta volver al escenario policial español y proyectarnos a Europa», asegura Taboada, «este es un paso importante, junto a los nuevos medios técnicos y la especialización en unidades».