«Fue como una bomba»
Carretera de Chile. El impacto de un coche contra una vivienda el pasado domingo no es el primer accidente que sufren unos vecinos que exigen reductores de velocidad, aceras y pasos de peatón
«Uno vive en un sinvivir», reconoce Orlando Lugo al recordar el susto que se llevó la tarde del pasado domingo cuando un vehículo impactó contra su vivienda, en la carretera de Chile. «Fue como una bomba», asegura al referirse al estruendo que causó un accidente que hizo salir a la calle a unos vecinos para los que esta circunstancia no es nueva.
«Este accidente es el tercero en mi frontis y también ha habido choques contra las casas de mis vecinos», indica Orlando, quien relata que en el segundo suceso de este tipo «el coche se quedó metido en el zaguán de mi casa, porque atravesó la puerta, que es de dos hojas, y hubo que cambiarla».
Apunta que en esta ocasión el vehículo que impactó contra su vivienda rozó toda la fachada. «Chocó en la parte de abajo del frontis y lo rozó entero, que son once metros», explica.
Añade que un domingo cualquiera habría estado charlando tranquilamente con otros vecinos en la pequeña acera que hay delante de sus residencias a la hora en la que «vino aquel coche como un loco y reventó hasta las llantas». Por eso dice que parece que «alguien nos estaba diciendo que no saliéramos a la puerta ese domingo».
Añade que el susto fue mayor porque en el momento del impacto se encontraba en la parte alta de la vivienda y tras oír el tremendo ruido que causó el choche llamó a su madre, una mujer de 82 años con problemas de salud, pero esta no le respondió. «Pensé que el coche la había estampado, porque no me respondía», señala con alivio pues en esa misma zona en la que se produjo el choque su madre suele salir a caminar un poco con su taca taca. «Mi madre se libró por los pelos, pero estaba súper nerviosa», expone.
También relata que una vecina suya iba a salir en ese momento con su hija, «pero la niña no encontraba la mascarilla y se retrasaron un poco». Unos minutos que cree Orlando fueron decisivos porque fue justo cuando se produjo el accidente.
Sin embargo, este vecino de la carretera de Chile asegura que su intención no es denunciar al conductor del vehículo causante de este accidente, «yo denuncio al Ayuntamiento». Y es que afirma que «el 19 de julio de 2019 Augusto Hidalgo estuvo aquí y nos prometió que nos iba a poner unos lomos de asnos, vallas, un poco más de iluminación y un paso de peatones, porque en esta carretera tenemos tres carriles y hay que cruzar a lo loco».
Dice que a día de hoy ninguno de estos compromisos se ha materializado. «Esto ha ido a peor», garantiza. Y es que relata que «no tenemos aceras y tenemos que caminar por la carretera», con el peligro que eso supone.
Además, señala el problema añadido que supone transitar por el margen de la vía porque «el servicio de limpieza escasea y donde no hay aceras hay arbustos, pero no vienen a podar eso».
Asimismo, incide en el problema de la velocidad que alcanzan los vehículos en esta zona en la que «no hay ni señales de velocidad». Y es que comenta que «los viernes por la noche» esa carretera se convierte en una pista de rally. «Vienen del Cardón embalados, echan el freno de manos y y empiezan a hacer trompos», denuncia.
Asegura que este tema de las carreras que se hacen sobre todo los fines de semana se lo expusieron al alcalde en su visita, y «nos prometió poner en la salida del camino viejo un radar fijo para que la gente no hiciera rallies». Pero ese radar tampoco no ha llegado.
Insiste también en la necesidad de contar con un paso de peatones para que los vecinos puedan cruzar de un lado al otro de la vía de manera segura. Pues explica que en estos momentos, «para cruzar desde la parada donde me deja la guagua tengo que caminar unos 300 metros de bajada» hacia el paso de peatón mas cercano, «para después volver a subir» y deshacer el camino andado, una circunstancia que dice se complica cuando los residentes vuelven cargados con las bolsas de la compra.
Así las cosas, este vecino afectado le recuerda al primer edil que «las promesas hay que cumplirlas» y se lamenta de que «parece que él tienen otras prioridades».
Asimismo, Orlando se queja de que no se atiendan aspectos que él considera menos importantes que las carencias que tienen los vecinos de la carretera de Chile. Así, señala que la edil de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, «en la entrada al Manuel Lois, puso discos de prohibido aparcar en toda la calle y arregló un muro y lo pintó de blanco, se gastó un dineral en un sitio donde no hay nadie» salvo los grupos del carnaval que utilizan esas instalaciones, indica.
Esta no es la primera vez que los residentes en la carretera de Chile reclaman públicamente mejoras. Ya en el año 2017 expusieron en las páginas de Canarias7 las dificultades a las que se enfrentaba Davinia Alfonso, una vecina con problemas de movilidad por la falta de aceras.
Promesas y un contenedor
Pepi González, presidenta de la asociación de vecinos La Barriada de Guanarteme y Chile también recuerda la visita que el alcalde realizó a la zona en 2019, pues estuvo presente en la misma. Asegura que también estuvieron Prisco Navarro y Javier Doreste y que «se prometieron muchas cosas». Pero apunta que solo una se ha materializado, la colocación deun contenedor, «porque los vecinos tenían que ir hasta la zona de entrada al Manuel Lois para tirar la basura».