El Ayuntamiento gasta la mitad de las ayudas de emergencia durante la crisis del coronavirus

La crisis social que atraviesa la capital grancanaria como consecuencia del impacto del coronavirus también está dejando su rastro en los niveles de ejecución presupuestaria. Hasta junio del presente año, el Consistorio capitalino había gastado ya casi la mitad (49,5%) de las ayudas sociales municipales, tanto las prestaciones económicas de especial necesidad como las de emergencia. En términos absolutos, esto supone que de los 4,68 millones de euros previstos para este tipo de ayudas, en el primer semestre se había dispuesto ya un total de 2,32 millones de euros.

Aunque el grupo de gobierno no quiso facilitar una valoración del nivel de ejecución general del presupuesto, sí hay que recordar que hace unos días se informaba de que hasta ahora el montante de las prestaciones sociales concedido era de 2,6 millones de euros, lo que indica que entre junio y septiembre el gasto se ha incrementado en otros 300.000 euros hasta llegar a un total de 3.608 familias.

La mayor parte del esfuerzo presupuestario en este tipo de asistencia procede del área de Servicios Sociales ya que los distritos mantienen incólumes las partidas reservadas para este fin. La única excepción a esta tendencia es la que representa la concejalía de Isleta-Puerto-Guanarteme, que ha ejecutado ya la práctica totalidad de los presupuestos para estas ayudas: de los 9.900 euros que tenía a disposición de las personas más necesitadas para todo el año, ya solo cuenta con 132 euros. El resto lo ha empleado ya. Las siguientes prestaciones se harán con cargo a la bolsa común de la Concejalía de Servicios Sociales.

Si se adopta una mirada más amplia, y se incluyen todas las partidas de índole social, el nivel de ejecución queda sin embargo bastante bajo (22%) para una situación tan complicada desde el punto de vista vecinal como la actual. Pero también es cierto que este porcentaje se ve claramente lastrado por el hecho de que no se haya empleado ni un solo euro de las ayudas del transporte para colectivos desfavorecidos y grupos sociales con necesidades especiales; por el bajo nivel de uso que refleja la partida del servicio de ayuda a domicilio (1,9% de ejecución) como consecuencia de que el contrato se adjudicó a la nueva empresa en agosto pasado, fuera por tanto del ámbito de fiscalización del informe trimestral de ejecución presupuestaria; o por el hecho de que del millón de euros extra que se incorporó para atenciones benéficas, solo se haya utilizado algo más de 159.000 euros.

Esto supone que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria todavía tiene margen de maniobra con los presupuestos que maneja ya que de los 31,24 millones de euros que tiene distribuidos en distintas partidas de índole social, ha empleado un total de 6,79 millones de euros. Por tanto, todavía tiene a su disposición 24,45 millones de euros.

Precisamente la necesidad de dar un giro de timón es lo que apuntó ayer el viceportavoz del PP en el Consistorio, Ángel Sabroso. «El PSOE sigue sin darse cuenta de que todo ha cambiado y que la implicación del Ayuntamiento con la crisis que ya tenemos encima debe ser total», expuso el edil, «reactivación económica y apoyo social; no puede haber otra prioridad ahora mismo, pero para eso hay que bajarse de la foto diaria del dron y desconectar el micro del vídeo semanal absurdo, únicas prioridades del PSOE local».

Otra de las partidas importantes del presupuesto social es la de las ayudas al alquiler, que fue consignada a principios de año con un importe total de 1,2 millones de euros. De esta asginación, se ha empleado hasta el mes de junio un total de 475.481 euros, lo que representa un 40% del total.

En los últimos cuatro años, el número medio anual de familias beneficiadas por estas ayudas ha rondado el millar.

Son los millones de euros que se destinan a atenciones benéficas y asistenciales. De esta cantidad, se ha gastado ya un total de 2,48 millones de euros (un 43% de ejecución).