El Ayuntamiento encarga un estudio para evitar la inundación de Cañada Honda
consecuencias de hermine ·
Javier Doreste adelantó que el Consistorio, en colaboración con el Consejo Insular de Aguas, «estudiará las medidas a implantar para minimizar o eliminar las consecuencias que fenómenos como Hermine han producido«
El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, anunció este viernes que el Ayuntamiento ha encargado un informe al servicio de Aguas para analizar en profundidad los problemas de riadas e inundaciones que sufre el barrio de Cañada Honda cada vez que se llueve con cierta intensidad. A partir de este análisis, el edil adelantó que el Consistorio, en colaboración con el Consejo Insular de Aguas, «estudiará las medidas a implantar para minimizar o eliminar las consecuencias que fenómenos como Hermine han producido».
El edil recordó que la intensidad del ciclón tropical de septiembre acabó por descargar unos 149 litros de agua en la zona, cuando la media en la ciudad es de 30 litros.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria emprendió a fines de 2018 una intervención en la zona para evitar las barranqueras. La actuación requirió de 480.000 euros para implantar la red de pluviales y evitar las inundaciones, así como la renovación de aceras y su pavimentación. Sin embargo, en las últimas lluvias, los imbornales se mostraron insuficientes y el agua volvió a entrar en las casas.
La propuesta que lanzó Doreste enmendaba la moción del PP, que defendió el concejal Ignacio Guerra y que rechazó el texto alternativo del grupo de gobierno. El corporativo del Partido Popular denunció que el mantenimiento de las instalaciones ha sido inexistente «y ha sido peor el remedio que la enfermedad» porque ahora el agua entra en las viviendas.
Guerra denunció que «nada se ha solucionado». Por eso, solicitó la revisión del barranco, la limpieza del cauce, el mantenimiento continuo y en condiciones, y una acción decidida para evitar que el agua entre en las casas. «Que esa obra, de verdad, dé el servicio», expuso, «Hermine no fue el problema, sino que la obra no se acabó en condiciones».
El portavoz de CC, Francis Candil, fue contundente: «Arréglese» porque cada vez que llueve un poco «tenemos un problemón en el barrio». Cree que las obras deben dimensionarse para responder las necesidades reales de los vecinos. «Si el barranco no está limpio, las canalizaciones acaban por atascarse y el agua inunda las viviendas», añadió, «no hace falta que venga Hermine para que se produzca un problema en este barrio».
La concejala Lidia Cáceres (Ciudadanos) señaló este problema como otro ejemplo de que «no se escucha a los vecinos». Aseguró que hubo fallos como poner la acera a ras de la calle, lo que provoca que el agua entre en las casas.
La concejala no adscrita, Beatriz Correas, expuso que «si hay un barrio abandonado en Las Palmas de Gran Canaria es Cañada Honda». Recordó que se está trabajando en esta zona desde el año 2017 «y todavía seguimos hablando de los mismos problemas, sobre todo en época de lluvias». En su opinión, es «vergonzoso» que haya pasado tantos años y que Cañada Honda siga en la misma situación.
Para Carmen Guerra, el problema es que el Ayuntamiento no se ha preocupado por este asunto. «Lo que ha pasado con este grupo de desgobierno es el abandono a estas personas», indicó, «habiendo visto el alcalde la situación que hay en Cañada Honda, no ha hecho absolutamente nada». Considera que esta obra «es el fiel reflejo de la descoordinación del gobierno municipal».
Roberto Daniel Zamora, en representación de los vecinos, recordó que «yo vivía este problema de pequeño». Mostró su preocupación por el agua que baja por la calle Barranco de Tasarte y por el hecho de que «el Ayuntamiento es consciente» de la problemática.
«Las deficiencias han terminado por poner en peligro nuestras vidas», denunció, «la canalización de la obra no hizo nada y la lluvia nos dio la razón».
«Tengo 51 años y nunca había visto el agua meterse en nuestras casas», prosiguió.
Pidió que en la actuación que se vaya a realizar, se tenga en cuenta algunos puntos como estudio de absorción del agua que baja, que se canalice toda la zona, que se limpie la presa de Ladera Alta pues está llena de escombros, la reconstrucción de la red de pluviales, la limpieza del cauce del barranco, mantener los imbornales y las rejillas.
Para ello, reclamó un convenio con el Cabildo de Gran Canaria. «Los barrancos que dan a poblaciones deberían tener preferencia en cuanto a su cuidado y limpieza», apuntó.
Además, se quejó de la alta velocidad que se produce en la zona.
«No queremos que estos puntos queden en el papel, nos gustaría ver que el Ayuntamiento hace algo por nosotros», concluyó.
Finalmente, el Pleno aprobó el texto alternativo con la oposición del PP.
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