La alternativa verde al plan municipal de Riscos Negros

En el escrito dirigido por este joven escultor y escenógrafo de 29 años, se queja de que la propuesta de Urbanismo fomenta «el efecto gueto de Ciudad del Campo, manteniendo las infraestructuras actuales, que saturarían aún más la zona, y harían crecer de manera desmesurada la población, apoyándose en un plan creado en 1998 y ratificado en 2012 que los vecinos consideramos revisable por ser anterior a la creación de la zona comercial y a los problemas de atascos actuales».

La contrapropuesta que plantea este vecino no rechaza la implantación de nuevas viviendas pero sí propone una distribución más equitativa entre los tres barrios, de tal manera que se crezca tanto en Isla Perdida como en Riscos Negros y Ciudad del Campo y se pueda conseguir una gran espacio central para uso y disfrute ciudadano.

«Se plantea reacondicionar las ruinas escalonadas situadas a un lado de la presa, donde se prevé la construcción escalonada de viviendas unifamiliares y convertirlo en un gran pulmón verde, basado en el concepto de Central Park o El Retiro de las grandes ciudades, a modo de parque urbano natural, donde se dé mayor importancia a la naturaleza que al cemento», expone el autor de la idea, quien explica que la necesidad de realizar esta aportación le surgió a partir de leer la noticia publicada por CANARIAS7 para esta parte del distrito Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya.

La intención de los promotores de esta idea es que también se construya un museo en honor a Jesús Arencibia, pintor y muralista que dejó su huella en la ermita de Santa Catalina, el Cabildo de Gran Canaria, el hotel Santa Catalina o la iglesia de San Juan, en el municipio de Telde. «Me parecería justo que, al igual que Néstor Martín Fernández de La Torre, que tiene un museo, Arencibia pueda tener un reconocimiento y homenaje en una zona de paseo y esparcimiento para recordarlo en su barrio natal», detalla Viera.

Además, en el centro del espacio libre que conectaría los tres barrios, se propone también la creación de un centro deportivo.

Esta parque podría contar también con un pipican, un rocódromo, una zona de calistenia y un área de juegos infantiles. La propuesta se completaría con el servicio de alquiler de bicicletas que tiene en marcha el Ayuntamiento en el resto de la ciudad, y una red de senderos que sirvan para pasear y conocer los valores de la zona. Se trata de «respetar, en la medida de lo posible, la naturaleza actual del paisaje, potenciando una flora natural que, sin cuidados, sigue floreciendo y pretenden cementar».

Este gran pulmón verde conectaría con el parque de La Suerte, el que está junto al centro comercial Los Alisios, las charcas de San Lorenzo y, más allá, el de La Mayordomía. «Se unirían todos los parques con un carril bici y un acceso peatonal por la zona de la presa, en ese espacio que ahora está destinado a la construcción de 507 viviendas».