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C. G. O.
Santa Lucía de Tirajana
Miércoles, 8 de enero 2025, 19:24
El yacimiento de Pozo Izquierdo, en Santa Lucía de Tirajana, continúa ampliando el conocimiento sobre las prácticas funerarias de la antigua sociedad canaria con una nueva campaña de excavaciones arqueológicas en tres de los once monumentos funerarios que forman esta necrópolis. Se trata de una intervención impulsada por el Gobierno de Canarias que se realizó el pasado mes de diciembre, durante tres semanas, que ha hallado los restos mortales de un joven de entre 23 y 25 años y de un adulto de edad avanzada para la época, entre los 60 y 70 años.
Es una investigación multidisciplinar impulsada por la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural para reconstruir el relato histórico de este cementerio aborigen datado en los últimos siglos previos a la conquista.
El director general de Cultura y Patrimonio Cultural, Miguel Ángel Clavijo; el director insular de Patrimonio Histórico, Chano López; y el alcalde, Francisco García, visitaron el yacimiento también denominado túmulos de Tenefé para conocer los avances del proyecto codirigido por Gabriel de Santa Ana, Pedro J. Sosa y Paloma Cuello, en colaboración con Jared Carballo, especialista en restos óseos, y Maite Velázquez, experta en arqueología de la arquitectura.
Durante los trabajos se ha podido documentar la secuencia estratigráfica completa de cada uno de los tres túmulos intervenidos a pesar de que el yacimiento está situado en primera línea de costa y es muy transitado. El buen estado de conservación ha permitido reconstruir las fases de construcción, uso y abandono. Sin embargo, de las tres estructuras exhumadas, solo dos tenían depósito funerario en su interior, la 7 y la 10. En la 6 no se hallaron restos, explica Gabriel de Santa Ana.
El análisis preliminar de estos restos demuestra que el individuo más joven «llevaría a cabo actividades esporádicas de bajo impacto realizadas con las extremidades superiores, posiblemente asociadas a tareas artesanales como el trabajo con fibras vegetales y pieles», según el estudio biomecánico realizado en el Museo y Parque Arqueológico de Cueva Pintada.
En el segundo exhumado, de mayor edad, destaca la presencia de exostosis auriculares en ambos conductos auditivos, lo que sugiere «un contacto frecuente con agua fría, un hallazgo bien documentado en las poblaciones costeras de la isla en relación directa con actividades pesqueras», determinaron los arqueólogos.
Los dos túmulos con depósito funerario presentan diferencias entre sí, uno de ellos es de planta cuadrangular y el difunto más joven estaba depositado en fosa, mientras que el otro tenía una superficie de planta ovalada y el individuo más longevo estaba depositado en cista rectangular.
Con respecto al túmulo sin restos mortales «pudo ser un cenotafio, un monumento funerario dedicado a una o más personas», plantearon. Se trataría de la «segunda estructura de este tipo identificada en la necrópolis y uno de los escasos ejemplos conocidos en Gran Canaria».
Estos levantamientos se suman a los restos de otras 3 personas halladas anteriormente. Y es que esta nueva investigación reactiva otras actuaciones realizadas por el Cabildo desde 2002, cuando se iniciaron los sondeos.
En la excavación efectuada en 2016 por Tibicena se halló el cuerpo de un varón de edad avanzada en el túmulo 9, datado en siglo XIII, explica Marco Moreno, responsable de esta empresa.
Ya en 2017 se encontraron otros dos esqueletos de un hombre de entre 25 y 45 años y de una mujer de entre 25 y 35 años en los túmulos 2, 4 y 5. En la de 2024 se trabajó en el 6, 7 y 10, por lo que quedan otros cuatro estructuras por investigar. Las muestras de estos dos nuevos cuerpos serán enviadas a laboratorios para el estudio de ADN y Carbono 14, mientras que los restos se depositarán en el Museo Canario.
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