Gran Canaria sigue recuperándose un año después del gran incendio forestal
Hace un año comenzó un verano trágico para la isla. Las imágenes de los hidroaviones y Tamadaba ardiendo quedarán para la historia
Tal día como hoy, hace exactamente un año, comenzó uno de los periodos más duros y catastróficos para el paisaje de Gran Canaria. Una negligencia cometida por un individuo a la hora de manejar una radial en la finca de Las Peñas, Artenara, originó unas llamas que se convirtieron en un gran incendio forestal que calcinó miles de hectáreas de gran valor ecológico y provocó el desalojo de casi 10.000 personas en la zona de medianías y cumbre de la isla.
Ese incendio de Artenara vino acompañado por otro en Cazadores y el trágico de Valleseco, en el verano más duro que se recuerda en décadas. Las imágenes de cientos de personas en la capital grancanaria aplaudiendo el paso de los hidroaviones y las miles de muestras de solidaridad en las redes sociales con aquellos que luchaban contra el fuego, quedarán en la memoria de todos. Pero también serán recordadas para siempre las sinceras palabras del jefe de extinción Federico Grillo, cuando alertaba de la tragedia con miles de afectados durmiendo en pabellones deportivos mientras ardía el Pinar de Tamadaba, una de las joyas naturales de la isla.
«Guardo en la memoria un recuerdo imborrable de los incendios de Gran Canaria y, por muchas razones, ha sido la misión más especial que he hecho en mi carrera. Lo fue por el incendio en sí, que fue terrible, pero sobre todo por la parte sentimental. Lo que vivimos aquel día en Las Canteras con cientos de personas esperando nuestra llegada no lo vamos a olvidar en la vida», recordaba a este periódico Fernando Adrados, uno de los pilotos de los hidroaviones que protagonizaron esas icónicas imágenes de las cargas de aguar en la bahía de la capital para apagar las llamas en Tamadaba.
Las llamas quemaron más de 1.500 hectáreas de terreno y obligaron al desalojo de miles de vecinos de la cumbre
«Es que fue muy especial para todos. Vivimos momentos en los que nos sentimos desbordados y ahí es cuando te das cuenta de que la sociedad exige el máximo de ti», apuntaba también el operario del equipo Presa, Raúl Rodríguez, unos especialistas que se la jugaron en primera línea de fuego y que aún no han conseguido ser reconocidos con la categoría profesional de bomberos forestales a pesar de los méritos contraídos durante años.
Ahora, un año después, «cuando sobrevuelas la zona es impresionante ver cómo se está regenerando el ecosistema y ya hay muchos árboles verdes. Eso nos tranquiliza después del año tan duro que pasamos en 2019. Fue algo que nunca olvidaremos, pero nos queda el orgullo de haber trabajando al máximo para intentar apagar las llamas», reflexionaba la piloto de helicóptero de Medio Ambiente, Marlene Nogueira desde su base en Artenara. Allí siguen las 24 horas alerta para actuar si hay alarma como así hicieron durante más de un mes el fatídico verano del año pasado.
Costes millonarios.
Hay que recordar que la valoración de los gastos de la extinción del incendio forestal de Artenara ascendió a 188.681 euros, según el informe emitido por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo Insular de Gran Canaria al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Arucas, que está siendo el encargado de esta investigación. En lo que respecta al coste de las actuaciones de emergencia desarrolladas en la red de carreteras afectadas por el fuego, este organismo cifró en 8.373.946 euros, aunque esta cifra corresponde inicialmente al monto global de los dos grandes incendios decretados el verano pasado en Gran Canaria, el de primero de Artenara y el posterior de Valleseco
La magistrada Mariana Isabel Hernández mantiene en calidad de investigado a un vecino de Telde con iniciales J.S.R., que presuntamente fue el autor del foco del incendio al haber utilizado maquinaria para cortar una puerta metálica en Las Peñas. Las chispas originadas por esta maniobra –que no estaba permitida en verano– generaron las llamas. Por este motivo, el fiscal interesó la comparecencia del investigado ante el juez por un presunto delito de incendio forestal y fue puesto en libertad tras el pago de una fianza de 25.000 euros.
En estos momentos, la representación legal del investigado está a la espera de que el Cabildo emita otro informe de daños en los que se concrete qué actuaciones correspondieron al incendio de Artenara y cuáles al de Valleseco para delimitar posibles responsabilidades.