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Un momento de la entrevista con Loli, en su casa. JUAN CARLOS ALONSO

Dolores, la mujer que abrió camino en los campos de fútbol y de cultivo

Homenaje ·

Ingenio reconoce por el 8 de marzo a esta vecina de Carrizal dueña de su propia finca desde hace 40 años y pionera como directiva futbolera

Gaumet Florido

Ingenio

Miércoles, 1 de marzo 2023, 23:14

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Marcó el paso en mundos donde mandaban los hombres. Y no ahora, sino hace 40 años, de ahí que el Ayuntamiento de Ingenio haya decidido reconocérselo aprovechando la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Dolores Ramírez Hernández (1958) abrió camino en los campos de cultivo y en los de fútbol, justo en sectores por los que todavía hoy cuesta transitar a muchas mujeres.

Fue pionera en el municipio en tener una explotación agrícola y ganadera a su nombre, bajo su batuta, en una finca del barranco de Los Aromeros, la Huerta del Seminario. Y fue, como ella misma se enorgullece, la primera mujer en Canarias secretaria en la directiva de un equipo de fútbol, allá por los 80, en su amada Unión Carrizal.

«Estoy muy contenta; imagínese, que el Ayuntamiento, con todos los partidos políticos, la alcaldesa, Ana Hernández, a la cabeza, hayan levantado la mano para darme este reconocimiento...». Dolores hace una pausa, como si quisiese calibrar la dimensión de este homenaje tan unánime, aunque sí deja claro que fue el portavoz de Somos-PP, Rayco Padilla, el que hizo la propuesta. Lo tiene muy presente.

Está sentada en el salón de su casa de Carrizal, rodeada de lo que ella llama un altar, un muestrario de fotos, placas, diplomas y recortes de periódico que dan fe de las que han sido, junto a su familia, las dos grandes pasiones de su vida, la agricultura y el fútbol. Las montó ex profeso para la visita. Se la ve orgullosa, a sus 64 años, tras décadas de sacrificio y de compromiso con su pueblo. «Es uno de los días más importantes de mi vida», dice del reconocimiento que este pasado lunes le aprobó el pleno municipal.

Loli posa orgullosa con el plantel juvenil del Unión Carrizal que participó en el Torneo Juvenil Pancho Ramírez de 2011.
Loli posa orgullosa con el plantel juvenil del Unión Carrizal que participó en el Torneo Juvenil Pancho Ramírez de 2011. C7

Con todo, si hay algo escrito en letras mayúsculas en su currículum fue haber recogido el legado que le dejó su padre, Francisco Ramírez, más conocido como Pancho Ramírez, un referente histórico de Carrizal que fue quien hizo que Dolores, Loli, se haya movido siempre entre estos dos campos, los de la tierra que da frutos y los del fútbol. Él la introdujo en la agricultura y también en Unión Carrizal, club del que fue presidente antes y después de irse de la isla.

Aunque nació en La Banda, en el municipio vecino de Agüimes, Loli se siente carrizalera de pura cepa. «En aquella época se la conocía de hecho como La Banda de Carrizal, porque para todo sus vecinos venían aquí, al pueblo». Pero las circunstancias de la vida la alejaron unos años de su isla.

Pancho y Dolores y sus hijos (son cinco mujeres, entre ellas Loli, y un varón, este último ya fallecido) vivieron en el entonces Sáhara español. Él encontró trabajo en la vigilancia de unas minas de fosfato y allá se fue con todos los suyos, hasta que la descolonización, en 1975, lo obligó a reconducir su vida. Loli llegó al Sáhara con 8 añitos y regresó con 17,y desde el principio ayudó a su padre a empezar otra vez de nuevo.

Entre 40 y 50 trabajadores

«Logró comprar la finca, de casi 20 fanegadas, y un pozo de agua, y así arrancamos», recuerda. Cultivaban hortalizas, sobre todo judías y pimientos, que incluso las exportaban, a la península, a Róterdam y a Londres.

«La tuvimos a pleno rendimiento entre principios de los 80 y los 2000, y llegamos a tener entre 40 y 50 trabajadores, hombres y mujeres». Loli advierte de que por decisión de su padre, como todos eran de familias del pueblo, decidió que fuesen dos por cada casa. «Quería que al menos cada sábado, cuando pagábamos, le entrara un sueldo a cada familia».

Loli Ramírez, captada en tres momentos vinculados al cuidado de su finca. C7
Imagen principal - Loli Ramírez, captada en tres momentos vinculados al cuidado de su finca.
Imagen secundaria 1 - Loli Ramírez, captada en tres momentos vinculados al cuidado de su finca.
Imagen secundaria 2 - Loli Ramírez, captada en tres momentos vinculados al cuidado de su finca.

Lo cierto es que buena parte de esos años la tuvo a su cargo, porque su padre se la dejó en cuanto se jubiló, en los 80. Y ella, todavía muy joven, le cogió el testigo, se puso al frente de la finca y la mantuvo toda su vida. Se convirtió así en empresaria agrícola, la única por entonces en Ingenio. «Hacía de todo, regaba, arrancaba hierba, recogía la cosecha y la empaquetaba».

Aún la mantiene, aunque desde hace dos años solo la cultiva para consumo de casa. Le duele ver lo poco que se valora el trabajo agrícola. Todavía le hierba la sangre recordar cuando un día llegó a un mercado y vio «a dos hombres como castillos jugando al fútbol con una sandía».

Tía Loli en Unión Carrizal

A lo que no va siempre es al campo de fútbol, aunque mantiene los lazos con el club de su vida, aquel en el que con menos de 30 años fue secretaria de la directiva, en tiempos de su padre presidente, y después pasó a delegada de cadete y juvenil, quizás la etapa más bonita. Aún organiza cada verano el torneo juvenil Pancho Ramírez.

Fue directiva, pero no de despacho; hacía de todo. Donde quiera que ha estado, Loli se ha remangado la camisa para trabajar. «En el campo, que era de tierra, marcaba las líneas, atendía en la taquilla, vestía a los niños». Durante años se la conoció también porque se encargaba de hacerle los bocadillos a sus jugadores. Y nunca faltaba que les llevara chocolatinas. La conocían como Tía Loli.

Loli posa con el altar, como ella lo llama, que reúne los preciados objetos de sus recuerdos.
Loli posa con el altar, como ella lo llama, que reúne los preciados objetos de sus recuerdos. Juan carlos alonso

Tanto bien sembró que hoy sus ex jugadores aún le muestran cariño y respeto. Dos de los concejales que estuvieron con ella y su padre en el Unión Carrizal levantaron el lunes la mano en el pleno para aprobar su homenaje: Carlos Suárez, de Forum Drago, y Sebastián Suárez, de Somos PP. La vida es una vuelta. Ahora los honores le tocan a Loli Ramírez.

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