La cabra de Gran Canaria que da más leche en una ordeñada
Pipana logró el oro en el último concurso de rendimiento lácteo de la Feria Insular de Ganado Selecto con 7,5 kilos generados en 24 horas
Pipana, a la que da nombre su pelaje, no es una cabra cualquiera. Residente desde 2021 en El Tablero de Maspalomas y madre del baifo que todavía amamanta y que la persigue, tiene contrato fijo discontinuo en la plantilla de la explotación del ganadero José Manuel Santana. Con solo 42 meses en sus lomos, es la cabra de Gran Canaria de razas autóctonas que da más leche de una sola ordeñada. Y con diferencia.
Pipana ganó el concurso de rendimiento lácteo de caprino en la XXIX Feria Insular de Ganado Selecto, con 7.5 kilos de leche en el ordeño del segundo día, frente a los 4.8 de la segunda clasificada, que se llama Rusia y es compañera de establo. 24 horas antes las ubres de todas las participantes habían sido exprimidas por una ordeñadora automática, bajo supervisión del jurado, para que la producción de la jornada siguiente fuera realmente la que dan en un día.
Son dígitos que triplican y duplican la producción media diaria de una buena cabra de raza majorera, que genera entre dos y tres litros durante siete u ocho meses al año. En este caso el premio en prestigio es mayor que en metálico: apenas 150 y 130 euros, respectivamente, por los dos primeros puestos.
Mansa y criada con biberón por su orgulloso propietario, Pipana conoce más mundo que muchas otras cabras de la isla. Forma parte de los más de 90 ejemplares de raza majorera que Santana compró en junio de 2021 a otro ganadero de Valleseco, quien, a su vez, las había adquirido siendo baifos de una explotación cercana al Roque Nublo, en Tejeda. «Las pagué bien. No eran baratas», comenta. De las cumbres bajó a la costa pasando por las ferias de ganado de las fiestas de Arucas, Gáldar, Moya y otros municipios.
Animal de récord
Con unos 30 kilos de peso, este animal de récord, al que la vida ya le ha arrebatado un hijo, pasa desapercibido entre el centenar de cabras que Santana ordeña a diario para vender la leche a Quesos San Mateo. Tres machos, tres ovejas y un carnero comparten con ellas el pienso que las alimenta, explica su dueño mientras la ordeña. Le cuesta llenar un balde de cinco litros porque su otro baifo, que no la deja ni a sol ni a sombra, le saca a diario otros dos litros de leche.
Ganador también, entonces con una cabra Blanca, del anterior concurso de rendimiento lácteo de caprino del Cabildo, que es el único de la isla y se celebró en 2019, antes de los dos años de parón por la covid, Santana se declara «orgulloso de ganar» y apunta que disfruta más «si tienes a algunos envidiosos» entre los otros participantes.
«El truco está en la comida», mantiene sobre la clave de sus éxitos. «Uff», dice, llevándose las manos a la cabeza este obrero de la construcción por las mañanas y ganadero el resto del día cuando se le pregunta por su precio. El contenedor con una mezcla de leche, pienso de leche, millo y alfalfa en rama que comen sus ejemplares en raciones generosas le costaba 1.500 euros hace un año y la semana pasada compró el último por 3.068.
