San Bartolomé restaura una colección de arte africano y dos esculturas de Montull

Debido al paso del tiempo, el manejo indebido en el pasado y los diferentes traslados que han sufrido, estas esculturas presentan rasgos de deterioro, en algunos casos muy importantes, pero en todos recuperables a través de las restauraciones pertinentes.

Esta decisión, informa el Ayuntamiento, se ha tomado en base a la Ley 11/2019, de 25 de abril, de Patrimonio Cultural de Canarias, en cuyo artículo 5, sobre derechos y deberes, apartado 2, especifica que «cualquier persona física o jurídica, pública o privada, está obligada a proteger el patrimonio cultural de Canarias, a actuar con la diligencia debida en su uso y a cumplir los deberes establecidos en esta ley».

Es, por tanto, añade el comunicado, obligación del Ayuntamiento salvaguardar las obras de arte que pertenecen a su patrimonio, además de conservarlas de la mejor forma posible, por lo que es imprescindible que se haga una restauración que permita devolverlas a su estado original, en la medida de lo posible, interviniendo en aquellas partes que están deterioradas o que, incluso, se hayan desprendido de la pieza; aplicarles un tratamiento para su limpieza, que elimine aquellos agentes que inciden negativamente en ellas, y darles los tratamientos idóneos que permitan su óptima conservación.

Además de estas piezas, el encargo municipal incluye la restauración de dos esculturas creadas por el artista Luis Alemán Montull, ambas de propiedad municipal y parte del patrimonio artístico del municipio. Son 'Homenaje a la Artesana' (1993), ubicada en Fataga, y 'Homenaje a la Mujer de Tirajana' (1997), en Tunte.

Las dos están realizadas en piedra y están a la intemperie, por lo que los cambios climáticos inciden directamente en ellas. Además, hay que añadir que la de Fataga está colocada justo debajo de un laurel de indias, que en determinadas épocas del año suele desprender unos minúsculos frutos y savia, elementos que caen directamente sobre la escultura y la manchan, ocasionándole deterioro.

A esto hay que sumarle las palomas que se posan y defecan en ellas, cuyo ácido penetra en la piedra, acelerando el deterioro de la misma.

Este trabajo debe ser efectuado por restauradores profesionales, que demuestren una experiencia laboral adecuada a las necesidades del servicio, sobre todo en lo que se refiere a la restauración de los tapices, ya que son piezas muy delicadas que deben ser tratadas con especial atención. Por ello, según informa el Ayuntamiento, la restauración será llevada a cabo por la empresa Tibicena. Arqueología y Patrimonio S.L, y tendrá un coste de 17.729 euros.