El barranco de Las Vacas, abarrotado pese a la ola de calor

Las temperaturas en Agüimes han oscilado en los últimos días entre los 35 y los 38 grados centígrados, pero eso no desanima a los cientos de visitantes que quieren llegar hasta el barranco de Barafonso, mal llamado de Las Vacas, atraídos por su singularidad. Si el intenso calor de la zona es un riesgo en sí mismo para adentrarse en estos parajes, lo es aún más el peligro que corren para acceder a este espacio, uno de los más fotografiados de la Isla, ya que carece de aparcamientos y de señalización.

La falta de servicios no impide las aglomeraciones que se producen casi cada día buscando la imagen perfecta para Instagram u otras redes sociales. Es habitual ver decenas de vehículos aparcados invadiendo la GC-550, la carretera que une el casco de Agüimes con el barrio de Temisas, que no tiene ni arcenes ni aceras, lo que dificulta la circulación rutinaria y aún peor, el paso de los vehículos de emergencia si fuese necesario una intervención por un accidente.

Y es que este espacio ha registrado en los últimos años varios incidentes por senderistas que han sufrido caídas en su periplo, por lo que ha sido necesaria la intervención de los bomberos para realizar una evacuación. El último de ellos, a principio de este mes de julio. Y el riesgo de percances se incrementa con los termómetros disparados.

A todo ello se añade el peligro de caminar varios metros por la estrecha carretera con vehículos estacionados, incluidas familias con niños pequeños, para poder llegar hasta este cañón de cenizas volcánicas, una de las joyas geológicas de Gran Canaria.

Pese al riesgo diario y a que el problema no es nuevo, las administraciones aún no han llegado a un acuerdo para intentar ponerle fin a una situación que afecta a la seguridad vial y a la integridad de los visitantes.

El alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, explica que sigue pendiente una reunión con otras áreas insulares afectadas, entre ellas Carreteras y el Consejo Insular de Aguas, para buscar una solución. La propuesta planteada por el municipio es adquirir parcelas en los alrededores para habilitarlas como aparcamientos debido a la imposibilidad de ampliar la vía, pero sigue sin concretarse debido a la falta de autorización. Solo sería necesario expropiar el suelo y adecentar el terreno.

El Consistorio ha hecho reiteradas quejas por los riesgos que se producen habitualmente por el elevado tránsito en un lugar poco regulado e infradotado para las visitas constantes, pero los meses pasan y no hay soluciones.

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