Los majos conocían la agricultura
Las semillas de trigo, cebada y lenteja encontradas en la Cueva de Villaverde desvelan que la antigua población de Fuerteventura cultivaban la tierra. La investigación acaba con la teoría de que la agricultura la trajeron los conquistadores
Catalina García y Canarias7 / Puerto del Rosario
Jueves, 14 de mayo 2020, 18:14
Lantigua población de Fuerteventura practicaba la agricultura desde hace 1-600 años. Es la conclusión de las pruebas del Carbono14 en las semillas encontradas en la Cueva de Villaverde, en el municipio de La Oliva. Los estudios realizados han logrado identificar tres especies cultivadas: cebada, trigo y lenteja.
La Dirección General de Patrimonio Cultural, con la colaboración de las instituciones locales y la iniciativa de Arenisca. Arqueología y Patrimonio, ha impulsado las investigaciones arqueológicas desde 2018 y que, en 2019, localizaron de un buen número de semillas arqueológicas de plantas cultivadas, así como de especies silvestres recolectadas que fueron usadas en la alimentación y como combustible, entre otros usos. «Esto fue posible gracias a la realización, por primera vez en Fuerteventura, de una recuperación sistemática de los sedimentos extraídos durante la excavación, así como de su limpieza con agua para extraer los fósiles vegetales del yacimiento», explica Rosa López, arqueóloga y directora de Arenisca.
Los estudios realizados por el profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Jacob Morales Mateos han logrado identificar semillas pertenecientes a tres especies cultivadas: la cebada, el trigo y la lenteja. Junto a las semillas se han documentado algunos molinos de piedra que probablemente se usaron en el cocinado de estos granos y en la elaboración de gofio.
Cambio de perspectiva
Con el objeto de conocer la antigüedad de las semillas, se procedió a la datación directa mediante el análisis del Carbono 14 de una semilla de cebada y otra de trigo. Los resultados indican que las semillas tienen una edad aproximada de 1.300 y 1.600 años, respectivamente, y sugieren que entre los siglos V al VIII de nuestra era, la primera población de Fuerteventura practicaba la agricultura. «Estas evidencias ofrecen los primeros datos sobre el cultivo de plantas en esta isla y modifican de forma sustancial el conocimiento relativo a sus antiguos pobladores, los majos, que en el momento de contacto con los exploradores europeos, entre los siglos XIV-XV de nuestra era, son descritos como un pueblo que no conoce la agricultura y cuya dieta se sustentaba en el consumo de leche y carne procedente de cabras y ovejas, así como en la pesca y el marisqueo», argumenta la directora de Arenisca.
El doctor Jacob Morales añade que, esta información transforma de manera significativa el conocimiento que existía sobre la economía y forma de vida preeuropeas de Fuerteventura, «ya que la práctica de la agricultura implica una organización social y una propiedad de la tierra diferentes, con un mayor impacto en el medio ambiente y un ciclo anual marcado por los distintos trabajos agrícolas (arar la tierra, sembrar, abonar, cosechar, almacenar, etc.). La cebada, el trigo y la lenteja forman parte del grupo de cultivos introducidos por los primeros aborígenes en el resto del archipiélago canario y su presencia en Fuerteventura indica que los majos tenían un origen común con el resto de pobladores de Canarias».
Según la hipótesis que maneja el equipo de investigación, es probable que la primera población de la isla practicara la agricultura y el pastoreo, y que posteriormente abandonaron el cultivo de cereales y legumbres debido a un cambio en el clima o a la degradación y agotamiento de los suelos, centrando su economía en los animales domésticos y en los recursos obtenidos de la pesca y el marisqueo. «Eso podría explicar por qué los majos no practicaban la agricultura en el momento de contacto con los primeros exploradores europeos», si bien insisten en que los datos son aún insuficientes para establecer conclusiones.
Una nueva campaña de excavaciones, financiada por Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, el Cabildo, la ULPGC, con el apoyo del Ayuntamiento de La Oliva, se desarrollará en 2020 con el fin profundizar en los descubrimientos realizados.
La Cueva de Villaverde fue descubierta en 1979. Tal es la importancia del sitio que en 1983 fue declarada BIC y en el año 1984 el Ayuntamiento de la Oliva permuta los terrenos para conservar la propiedad del yacimiento. Las excavaciones primeras se realizaron en 1987 y 1988 y hay que esperar a 2018 para que se retomen.