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Wim Geirnaert Javier Melián / Acfi Press
Campaña internacional para salvar la bahía de Corralejo frente a la ampliación del puerto

Campaña internacional para salvar la bahía de Corralejo frente a la ampliación del puerto

ecología ·

Colectivos ecologistas, científicos y activistas de Fuerteventura, Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote se unen para protestar contra un proyecto de 32 millones de euros que resulta «insostenible y que acabará con la biodiversidad marina«

Catalina García

Puerto del Rosario

Viernes, 10 de marzo 2023

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La ampliación del puerto de Corralejo, impulsada por el Gobierno de Canarias con una inversión de 32 millones de euros, significará «la muerte de la biodiversidad marina, la destrucción de un pueblo marinero que vive del turismo de surf y playas y la desaparición de tres olas: Punta Elena Waikiki y El Muelle.

La asociación Clean Ocean Project desgranó este viernes las razones de su oposición al proyecto en un acto a bordo de un barco que contó con la participación de colectivos ecologistas, científicos y activistas de Fuerteventura, Tenerife, Lanzarote y Gran Canaria. Por eso, anunciaron el inicio de una campaña internacional contra este proyecto que confirma «una incomprensible visión depredadora del territorio por parte del Ejecutivo canario por continuar desarrollando un modelo obsoleto y rotundamente insostenible«.

Según los colectivos y activistas, el nuevo puerto será «una infraestructura portuaria insostenible que no traerá riqueza para una localidad, cuya economía actual se basa principalmente en el turismo de surf y en las visitas a Lobos y a las playas del Parque Natural de las Dunas de Corralejo». Con un plazo de ejecución de 26 meses, el proyecto de ampliación incluye un nuevo dique exterior hacia el norte, precisamente hacia la ola de Bristol, dividido en tres tramos: uno de conexión de 120 metros de longitud; otro tramo de abrigo de 78 metros; y un último tramo, de 241 metros de longitud.

Eugenio Reyes (en el centro), portavoz de Salvar la Bahía de Corralejo, con otros activistas de Lanzarote y Tenerife.
Eugenio Reyes (en el centro), portavoz de Salvar la Bahía de Corralejo, con otros activistas de Lanzarote y Tenerife. javier melián / acfi press

Frente a estos datos de la obra del puerto, los ecologistas recuerdan que la franja marina de Corralejo está dentro de un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC): el espacio marino del oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura llamado espacio marino de La Bocayna. Es además Zona de Especial Conservación (ZEC) por sus sebadales, entre otras razones medio ambientales, y Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa) por las 19 aves marinas de especial protección que la sobrevuelan. Por último, el lugar de construcción de la nueva dársena se localiza dentro de la Red Natura 2000, «donde habitan especies marina sensibles a cualquier alteración en el medio como lo son el tiburón angelote, la tortuga boba o la tortuga verde».

La ampliación del puerto de Corralejo implicará un estancamiento de sus aguas. Los ecologlistas argumentan que actualmente la bahía cuenta con un poder regenerador de aguas debido a la presencia de dos corrientes contrarias y cambiantes. Sin embargo, la creación del dique de unos 441 metros mar adentro supondría «un mayor cerramiento de la bahía lo que supondría un estancamiento de aguas, con una disminución del oxígeno obteniendo como resultado un aumento de microbios y microalgas, lo que deriva en malos olores en la zona con aguas putrefactas». Según los colectivos, esta reducida renovación de aguas afectará a conocidas playas como la del Corralejo viejo o la de la Goleta.

Una activista muestra la recreación de cómo quedará el muelle comercial.
Una activista muestra la recreación de cómo quedará el muelle comercial. javier melián / acfi press

La pesca es uno de los sectores que más se resentirá del proyecto. Una vez que comiencen las obras, el dragado del puerto producirá «un incremento de los sólidos en suspensión y de la turbidez». Durante la fase de funcionamiento del puerto, los ecologistas prevén que el aumento de tráfico marítimo y de buques amarrados «podrían provocar una disminución de la calidad del agua. De esta forma, es inminente el aumento de considerables concentraciones de aceites, grasas e hidrocarburos asociados a pequeñas pérdidas accidentales perjudicando así la fauna marina y por ende la pesca en la zona».

Activistas y científicos, con la pancarta a favor de salvar la bahía del norte; Wim Geirnaert, de Clean Ocean Project; y la bahía a salvaguardas de la obras. Javier Melián / Acfi Press
Imagen principal - Activistas y científicos, con la pancarta a favor de salvar la bahía del norte; Wim Geirnaert, de Clean Ocean Project; y la bahía a salvaguardas de la obras.
Imagen secundaria 1 - Activistas y científicos, con la pancarta a favor de salvar la bahía del norte; Wim Geirnaert, de Clean Ocean Project; y la bahía a salvaguardas de la obras.
Imagen secundaria 2 - Activistas y científicos, con la pancarta a favor de salvar la bahía del norte; Wim Geirnaert, de Clean Ocean Project; y la bahía a salvaguardas de la obras.

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