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Rosa López, arqueóloga de la empresa Arenisca, y Nona Perera, directora general de Patrimonio Cultural, en el acceso al tubo volcánico con las estructuras de piedra por investigar. Javier Melián / acfi Press
Cuando los alrededores importan en arqueología: arranca la cuarta campaña de la Cueva de Villaverde

Cuando los alrededores importan en arqueología: arranca la cuarta campaña de la Cueva de Villaverde

Las estructuras fuera del tubo volcánico podrían formar parte de un poblado hoy desaparecido. Es necesario que el Ayuntamiento de La Oliva condene el pozo negro para continuar con los trabajos en el interior

Catalina García

Puerto del Rosario

Lunes, 26 de julio 2021

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Y van cuatro campañas de excavación arqueológica en la Cueva de Villaverde, en el municipio de La Oliva. Los nuevos trabajos impulsados por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno canario se centran en las estructuras de piedras situadas fuera del tubo volcánico que, según la arqueóloga Rosa López, podrían formar parte de un poblado hoy desaparecido. Las tares de prospección también afectarán al interior de la cueva, pero dependen de que el Ayuntamiento de La Oliva condene el pozo negro que impide continuar.

Descubierta en 1979 y olvidada en 1988, la Cueva de Villaverde reveló en la segunda campaña, la de 2019, que la población prehispánica conocía la agricultura, cuando siempre se había pensado todo lo contrario. Una semillas y frutos fósiles encontrados en el exterior del tubo volcánico así lo confirmaron.

Nona Perera, directora general de Patrimonio Cultural, destacó la gran importancia de este yacimiento para la investigación: «Está dando una información muy valiosa del pasado. En esta campaña los principales esfuerzos se realizan en el exterior de la cueva, en donde han aparecido semillas de cereales, por lo que es necesario conocer cómo se las ingenió la población aborigen, teniendo en cuenta la cota en la que se encuentra la entrada de la cueva y las estructuras arquitectónicas del exterior en poco espacio. De hecho el exterior fue ocupado al mismo tiempo que el interior».

Según Rosa López, directora del proyecto de investigación, resulta importante no solo pensar en la cueva sino en su conjunto y como parte de un poblado hoy desaparecido. «Fuera del tubo hay estructuras anexas, que formaron parte de ese poblado y que actúan como una especie de vestíbulo donde se practicaban actividades cotidianas. En el exterior, existen estructuras de muros potentes, de un poblado de entidad».

La cuarta campaña se centra en estos trabajos en el exterior de la cueva, una vez observados durante estos años los momentos de ocupación más señeros del exterior del yacimiento, planteando una excavación en extensión de la zona, considerada por el equipo de investigación de Arenisca, ocupada por el asentamiento, para tener una visión amplia y global. En la zona de mayor concentración de estructuras en torno a la entrada de la cueva se plantearán actuaciones puntuales, como el levantamiento de estructuras y sondeos.

La nueva fase de investigación también prevé trabajos de intervención en el interior del yacimiento, pero ello dependerá de la evolución que tenga la gestión del Ayuntamiento de La Oliva en la eliminación del pozo negro. Al respecto, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de La Oliva, Fiamma Guerra, asegura que el Consistorio está trabajando para que se pueda resolver cuanto antes y así convertirse la cueva en un centro de interpretación.

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