122 perros y una cabra encontraron un hogar en 2024 gracias al albergue de La Oliva

La podenquita Holly consiguió un hogar en la vecina isla de Gran Canaria, la perra Molly vive ahora en Alemania donde mantiene su costumbre de dormir sobre una manta en el suelo y la cabra Duna forma parte del ganado de Alvaro. Son algunos de los 123 animales que durante 2024 consiguieron una familia de acogida por mediación del albergue municipal de La Oliva, donde todavía aguardan perros como Kane, inteligente, obediente, tranquilo y al que le encanta acostarse en el suelo y que le acaricien.

Desde la Concejalía de Salud Pública del Ayuntamiento de La Oliva dan las gracias a los trabajadores del albergue, protectores y adoptantes que lograron «dar una nueva esperanza a estos animales, consiguiéndoles una familia que les proporcione el amor y cuidados que necesitan y merecen». La implicación de la plantilla del albergue municipal gestionado por Gesplan resulta fundamental, «sin ellos, estas nuevas historias de acogida no serían posibles».

Holly luce en la foto en el ferry que la trasladó desde el albergue de La Oliva hasta Gran Canaria, su nuevo hogar donde es muy tranquila, se lleva bien con gatos y la calle todavía le daba un poco de miedo. Ella sí duerme en su cama, no como Molly en Alemania donde está su nueva familia gracias a la gestión y los cuidados de Andrea Witwer y Pancho de la finca Esquinzo, también el municipio de La Oliva. «Nos dicen que está muy pegada a la familia, muy cariñosa y todos están muy contentos con ella», celebran desde el albergue municipal.

La cabrita Duna fue rescatada con el cordón umbilical por la Guardia Civil en Corralejo, entró al albergue y fue adoptada por Alvaro. Una de sus cabras la amamantó a la misma vez que amamantaba a sus tres baifos y luce así de bonita como puede verse en la imagen con su dueño.

Frente a todas estas historias de acogida de animales abandonados, en el albergue municipal del norte de Fuerteventura espera Kane, que se lleva bien con todos los perros hembras y machos y con las personas es un poco desconfiado al principio pero, desde que dan el primer paseo, «ya es tu mejor amigo, le encanta acostarse en el suelo contigo y que le acaricie», puede leerse en la publicación desde donde Gesplan anima a su adopción. Se llevaba muy bien con Molly, ahora en Alemania, por lo que se encuentra un poco más solo.

A pesar de los avances, avanzan desde el área de Salud Pública, «sabemos que aún queda camino por recorrer para fomentar la tenencia responsable y el respeto animal». Lo recuerda también la mirada de una bardina adulta, una de las nuevas entradas del albergue en enero de 2025, pendiente de un nuevo hogar, aunque necesita tiempo y paciencia por el trato y las condiciones de su anterior casa.

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