El Hierro cumple su promesa

Llegó el momento. El Hierro ya está en modo Bajada. Casi todo se aparca unos días para acompañar a la Virgen de los Reyes en su tránsito desde el santuario de La Dehesa a la iglesia de la Concepción en Valverde. 28,3 kilómetros de camino guiados por la fe y por la voluntad de cumplir con el voto que los herreños le hicieron a la patrona hace 276 años. Le pidieron lluvias, la Virgen abrió los cielos y los fieles le prometieron que desde entonces peregrinarían con ella cada 4 años hasta Valverde. Fieles a aquel compromiso, los herreños no le han fallado nunca a la Madre Amada. Mañana volverán puntuales a su cita con una de las celebraciones religiosas más multitudinarias y significativas de toda Canarias.

A las 6 de la madrugada cuatro pastores, herederos de aquellos que la hicieron suya un 6 de enero de 1546, sacarán la imagen en su corso del santuario y darán inicio a la que será la 69 edición de la Bajada. Emprenderán un largo camino de 16 horas por montes y llanos siguiendo la ruta de un trazado que recorrerá la isla de oeste a este al paso que marcan chácaras, pitos y tambores. No la llevarán ni la bailarán siempre los mismos. Los pueblos se turnan para acompañar a la patrona. Siete rayas imaginarias, pero bien señalizadas, marcan los puntos en donde un pueblo le entrega la Virgen al siguiente.

A la salida, en la Cruz de los Reyes o en Valverde. Miles de personas irán al encuentro de la Virgen. El Hierro será mañana tres veces más grande para acoger a las 25.000 personas que se prevé acudan a esta fiesta. Tendrán un mes por delante para sentir aún más cercana a la Madre Amada. El 5 de agosto hará el viaje de vuelta, en la Subida.

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