Más y mayores multas por tirar colillas al suelo, la otra medida antitabaco
Día Mundial Sin Tabaco ·
Reforzar el régimen sancionador contra este residuo es una de las medidas propuestas por Sanidad, que tanto fumadores como no fumadores apoyan de forma casi unánime en las encuestas
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Hace unos años, una organización ecologista internacional reclutó a casi 800.000 voluntarios para limpiar 40.000 kilómetros de playas de distintos países, incluido España. Concluido el trabajo, recogieron 8.200 toneladas de basura. 14 millones de objetos diferentes la integraban. De todos ellos, 2 millones eran colillas.
Naciones Unidas ha calculado que, de los 6 billones de cigarrillos que se fuman en todo el mundo en un año, 4,4 billones son arrojados a espacios públicos, ya sean urbanos o naturales. Esto suma un 30% de los residuos mundiales. De un modo u otro, la mayoría acaban arrastradas al mar. En España, concretamente, se ha constatado que el residuo más común hallado en las costas es este.
Además, estos filtros están considerados como la primera fuente de basura plástica del mundo. No son ni los envases de alimentos ni las botellas ni las bolsas. La mayoría están hechos de acetato de celulosa, un termoplástico no biodegradable, y pueden contener sustancias tóxicas como hidrocarburos policíclicos aromáticos, nicotina, arsénico y otros metales pesados.
La omnipresencia de estos residuos del cigarrillo supone un problema medioambiental consecuencias graves. Solo una de ellas tiene capacidad para contaminar de 8 a 10 litros de agua. Retienen numerosas sustancias como cadmio, arsénico, nicotina, tolueno, junto a otros componentes como el metanol, ácido acético, amoniaco, ácido esteárico y alquitrán. Cuando estas sustancias entran en contacto con el agua, se liberan en el medio, con el consiguiente daño a la Naturaleza y la vida que hay en ella. Su efecto contaminante en el entorno puede durar entre 7 y 12 años.
Uno de los frentes abiertos
Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra cada 31 de mayo, estos residuos han adquirido un nuevo protagonismo. Tanto asociaciones médicas como el propio gobierno han coincidido en señalar que la lucha contra este residuo puede ser otra forma más de combatir el tabaquismo en España, que aún se mantiene en cifras del 21% de prevalencia en la población.
Lo cierto es que, lejos de menguar, y a pesar de que la cifra de fumadores sí ha retrocedido en los últimos años, la presencia de este residuo no para de crecer. Como recoge el proyecto Libera en uno de sus informes dedicados a las colillas, probablemente el auge de la presencia de estas últimas ha estado «impulsado por la prohibición de fumar en espacios cerrados».
Entre otras directrices, Sanidad se propone colaborar con los ayuntamientos para «impulsar el desarrollo de ordenanzas municipales de prohibición de arrojar colillas en vías públicas y espacios naturales». Así lo recoge el citado documento. Tras la pertinente modificación legislativa, el Gobierno espera que a finales de año sus medidas propuestas «hayan llegado a buen puerto».
Las multas ya son contempladas por muchas ordenanzas municipales españolas. Pueden ir de los 50 a los 3.000 euros, pero son difíciles de imponers de forma cotidiana por el control policial constante y en detalle de los comportamientos ciudadanos que requeriría.
Hasta el momento no existe una norma única, global, unificada y es lo que propondría ahora Sanidad. Sólo existe algo parecido en el ámbito de la conducción y podría servir de referencia, ya que se aplica a todos los conductores por igual: la de la Dirección General de Tráfico avisa de que arrojar la colilla por la ventanilla conlleva una multa de 500 euros y la pérdida de 6 puntos del carné para todos los conductores.
Apuesta hasta de los fumadores
¿Qué opinan los afectados? Sorprendentemente, hasta la mayoría de los fumadores están de acuerdo en endurecer las multas por arrojar las colillas al suelo, así como de hacer aplicar más la normativa existente en este sentido. Es una de las conclusiones alcanzadas por la tradicional encuesta que realiza la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) durante la Semana Sin Humo, que concluye hoy con el Día Mundial Sin Tabaco.
Este año, con récord de encuestados -11.774 personas, dos mil más que el año anterior-, la principal conclusión del trabajo está relacionada con el problema del tabaquismo desde el punto de vista medioambiental.
Aseguran desde la Semfyc: «De entre todas las respuestas, uno de los datos obtenidos que más llama la atención es el amplio consenso respecto a impulsar una norma que sancione a aquellos que tiren colillas al suelo: hasta un 94,3% de los encuestados apoyan esta medida. Entre ellos, un 96,9% son no fumadores y un 80,3% fumadores».
Así, se presenta la persecución de esta mala costumbre como una medida educativa que conduzca, en última instancia, a dejar el tabaco. Las consecuencias del tabaquismo desde el punto de vista medioambiental ha sido el tema elegido este año por la citada sociedad médica, y apela al sentimiento ecologistas de los ciudadanos.
Algo que podría conectar con la población más joven, medioambientalmente más comprometida, para no iniciarse en el hábito del tabaco. Problema este último que preocupa especialmente a los autores de la encuesta.
Por ello, el lema de este año de la Semana Sin Humo 2024 ha sido 'Cero emisiones también en tus pulmones', que no pretende más que hacer un guiño a la salud planetaria, es decir, a la importancia de cuidar del planeta para cuidar de la propia salud.
Sobre este tema - y en concreto sobre lo nocivo de fumar para el medioambiente- también ha preguntado la encuesta de este año. El 92,8% de la población es consciente del perjuicio que supone el consumo de tabaco para la Naturaleza: el 92,3% de los exfumadores están sensibilizados sobre este tema, mientras que el 81,3% de los fumadores están concienciados acerca de esta cuestión.
De hecho, preguntados por la ampliación de los espacios donde estaría de acuerdo en que se ampliara la prohibición de fumar, más allá de las terrazas y los coches particulares o entornos escolares, un 67% apoyaría el veto a fumar en las playas. Precisamente, donde las colillas son el residuos más dañino y el que más abunda.
Actualmente, la organización Nofumadores.org tiene identificada más de 663 playas libre de humos en España. Los ayuntamientos se han ido sumando progresivamente a esta medida, que ha ganado en popularidad. En 2014, había solo 15 playas en España donde el tabaco estaba vetado. A partir de 2021 se produce el boom y pasan a ser 525, hasta la citada cifra de este año.
Las playas, espacios 'sensibles'
Hoy y mañana, la fundación Surfrider, responsable de la organización de las jornadas Ocean Initiativas en todo el mundo, se celebra también en España el #Colillatón, que busca estimar el alcance del problema de las colillas de tabaco abandonadas en el entorno natural y saber cuantas se pueden recoger en una hora en diferentes lugares de España. Se llegará de esta forma a Asturias, Cataluña, Galicia, Islas Baleares, Madrid, País Vasco y Valencia.
Para visibilizar este grave problema, decenas de voluntarios recogerán en una hora colillas y, con ello, se recopilarán datos de las cantidades recogidas en diferentes playas, lagos, ríos y ciudades españolas.
«En las diferentes recogidas Ocean Initiatives organizadas por Surfrider Foundation en toda Europa, las colillas son siempre el residuo que más se encuentra. En 2022, se contabilizaron una media de 1072 colillas en cada recogida. Esto convierte a las colillas en el principal contaminante de nuestro océano», concluyen desde la ONG.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.