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La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, presentará este miércoles ante el Parlamento Europeo su nueva hoja de ruta industrial para hacer frente a los planes climáticos de China y, especialmente, de Estados Unidos. Una estrategia, según el borrador al que ha tenido acceso este medio, centrada en la eliminación de trabas para el despliegue de tecnología climática y la creación de un ecosistema que evite el éxodo de empresas a estos dos países. «Europa se mantiene como un destino atractivo para las inversiones sostenibles», reza el texto.
Esta es la respuesta de Bruselas a la Ley de Reducción de la Inflación de la Administración Biden para contrarrestar, en este caso, la inversión china en tecnología renovable. «Las cadenas de suministro comenzarán aquí», señalaba el presidente de Estados Unidos a mediados del mes de enero. La normativa estadounidense establece cuantiosas ventajas fiscales a empresas que apuesten por tecnología verde y que se asienten en territorio norteamericano. «No queremos una guerra de subsidios», reaccionaba este martes Paolo Gentiloni, comisario europeo de Fiscalidad y Unión Aduanera, Auditoría y Lucha contra el Fraude.
A pesar de ello, el borrador comunitario quiere hacer frente a los 339.000 millones de euros puestos sobre la mesa por parte de la Casa Blanca para impulsar este sector. Bruselas, eso sí, de momento no ha puesto un nuevo montante para atraer las inversiones, sino que busca facilitar la vida a la industria con menos trabas y más ayudas. Según el texto comunitario, con algunas cifras sin concretar en sus 17 páginas, «las subvenciones chinas distorsionan el mercado».
En los últimos años, las ayudas del gigante asiático duplican las de la Unión con una cartera de inversiones de 280.000 millones de dólares, apunta la Comisión en el borrador. «Europa y sus socios deben hacer más para combatir el efecto de estas subvenciones injustas y la prolongada distorsión del mercado», dice el texto, que aún podría modificarse. Bruselas, además, avanzan hará uso de un reglamento sobre subvenciones extranjeras para investigar si las subvenciones concedidas por terceros países repercuten en el mercado comunitario.
El texto conocido esta semana y que este miércoles será presentado ante la cámara comunitaria define cómo se aplicará el plan al entorno regulatorio, el acceso a las finanzas, las habilidades y el comercio bajo el título «Un plan industrial Green Deal para la Era Net-Zero» y que detalla el anuncio realizado por la propia Von der Leyen en el Foro de Davos a principios de año. «Debemos responder con más firmeza», aseguraba la presidenta de la Comisión Europea frente al resto de líderes mundiales en el gran foro económico.
A diferencia de sus otros dos 'competidores', la Unión Europea no desembolsará ningún euro adicional para esta nueva confrontación económica y de intereses. Su estrategia pasa por «la apertura comercial es un elemento esencial de nuestra estrategia para mantener la posición de la UE como líder mundial en tecnologías net-zero», apunta el borrador.
Un objetivo al que se llegará tras simplificar y acelerar «los permisos para nuevos sitios de producción de tecnología limpia» con una adaptación temporal de las reglas de ayuda estatal de la Unión. Asimismo, Bruselas impulsará una reducción de las trabas para el acceso a ayudas y subvenciones «en un esfuerzo por evitar que las empresas abandonen» el territorio comunitario.
Una medida de respuesta a los gigantes del sector eólico y solar que han criticado el régimen de financiación de la UE por ser demasiado complicado en comparación con la nueva normativa estadounidense. Con esta medida, los dirigentes comunitarios buscan alcanzar en el sector «más de 170.000 millones de euros de inversiones acumuladas para 2030 en la fabricación de tecnologías netas cero para la energía solar, eólica, baterías e hidrógeno».
No obstante, el texto pone de manifiesto la brecha económica entre los diferentes Estados miembros. «Para evitar la fragmentación del mercado único debido a los distintos niveles de apoyo nacional, facilitar la transición ecológica en el conjunto de la Unión y abordar la gran brecha existente entre la financiación disponible actualmente y las necesidades de financiación para ampliar la industria neta cero, también debemos aumentar la financiación de la Unión Europea». A pesar de la alerta, no se espera, al menos hasta verano, la creación de un nuevo fondo comunitario.
Como contraprestación, las reglas comunitarias sobre subvenciones y ayudas de los países comunitarios con sus industrias continuarán con el periodo de flexibilización comenzado con la pandemia derivada de la Covid-19 y prolongada con la invasión rusa de Ucrania. Ahora, la respuesta al plan de Biden es la introducción de un «Marco temporal de crisis y transición» donde los Estados miembros podrán extender los plazos para completar proyectos de energía renovable u otorgar beneficios fiscales para atraer nuevas inversiones en instalaciones de producción, como ocurre en la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos.
El pasado 2020, la Unión Europea actualizó su lista de materias primas críticas entre las que incluyó el cobalto, el tantalio, el magnesio, el wolframio, el vanadio, el indio, el niobio, el litio o las famosas tierras raras. Este miércoles, Bruselas propondrá una Ley de Materias Primas Críticas. «La fabricación de tecnologías de la UE con balance cero neto solo es posible si se garantiza el acceso a las materias primas críticas pertinentes, incluidas las materias primas recicladas, para reducir la dependencia de Europa de terceros países e impulsar el empleo y el crecimiento en la economía circular», señala el borrador.
Además, las autoridades comunitarias propondrán la creación de una asociación mundial de materias primas críticas y desplegar medidas de defensa comercial en esta materia.
Este miércoles está prevista la presentación detallada del plan que posteriormente tendrá que ser refrendado por los líderes de cada uno de los Estados miembros. «La Comisión pide a los dirigentes, gobiernos y legisladores que apoyen la aplicación de este plan y está dispuesta a plasmarlo en propuestas concretas basadas en evaluaciones de necesidades fundamentadas antes del Consejo Europeo de marzo», apunta el borrador.
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