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Aprender idiomas ya jubilado es posible (y te contamos cómo)

Aprender idiomas ya jubilado es posible (y te contamos cómo)

Aprender un idioma en la madurez exige métodos más personalizados pero resulta una excelente gimnasia para el cerebro

Domingo, 19 de noviembre 2023

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Aprender idiomas no es una cuestión de edad. Es posible iniciarnos en una nueva lengua y llegar a un conocimiento suficiente como para comunicarnos más allá de los 65, 70, 75... Además tiene premio: es una excelente gimnasia mental que fortalece el cerebro para prevenir enfermedades neurodegenerativas. No es extraño que se haya convertido en los últimos años en una de las actividades que más crece tras la jubilación. Solo requiere técnicas, plazos, métodos o motivaciones diferentes. Los expertos nos explican trucos y hábitos para que el aprendizaje de una nueva lengua entre los mayores sea más más efectivo.

Las personas mayores juegan con muchas ventajas a la hora de aprender un idioma, en contra de lo que se piensa. «Antes de empezar es fundamental que conozcan sus 'fortalezas': estudian porque quieren –no es una obligación por motivo laboral o académico–, por lo que van a disfrutar con el proceso. Y esa actitud positiva mejora los resultados, como ocurre con los escolares», resalta Inés Aloida, profesora de inglés de grupos de adultos. Además sus estímulos son «muy motivantes» como «mantener activo el cerebro para prevenir enfermedades neurodegenerativas, viajar...»

Cuentan con más tiempo libre para dedicar al aprendizaje y sin plazos que puedan presionarles, Disfrutan de otro 'extra': «disponen de un vocabulario más rico. Esto puede implicar una gran ventaja. Tener un mayor vocabulario en tu lengua materna ayuda a tu cerebro a la hora de procesar un idioma nuevo», apunta Mercedes Enríquez, profesora universitaria de Traducción e Interpretación.

Música, juegos, películas...

Es imprescindible adaptar el método a cada persona. «Si se maneja con la tecnología, podemos utilizar dispositivos y enseñanza online; si su motivación es viajar potenciamos la parte oral, las expresiones para entenderse en situaciones cotidianas en una ciudad; y empleamos la música, las películas con subtítulos, juegos...», detalla la docente, que tiene estudiantes de más de 70 años en sus clases.

Un truco para la lectura: «A mis alumnos que se inician en el idioma, les digo que recuperen los libros infantiles de inglés de sus nietos o de sus hijos, incluso tebeos, que les resultarán sencillos de leer. Y que vean dibujos animados en ese idioma con los pequeños de la casa, les vendrá bien a todos», cuenta la profesora. También es efectivo «elegir canciones que les hayan gustado a lo largo de su vida en inglés. buscar su traducción y escucharlas de nuevo sabiendo lo que dicen. ¡Se llevan cada sorpresa con las letras!».

Ver películas subtituladas o consultar recetas de cocina –que tienen poco texto y mucha imagen– son otras opciones. «Los juegos de mesa, como cartas con palabras en otros idiomas, son tan útiles con las personas mayores como con los niños», añade. La oferta de juegos para aprender idiomas es grande hoy en día.

Entre iguales

Acudir a una academia en la que el estudiante se encuentre entre iguales, adultos con similares intereresés, evita frustraciones y abandonos. «Si estudian con jóvenes que buscan superar un nivel de inglés, el B2, el C1... por motivos de estudios, de trabajo, tirarán la toalla. Además, el sentido del ridículo para hablar es más fácil que desaparezca en situaciones en las que se sabe que todo el mundo parte de las mismas condiciones».

Las clases colectivas ofrecen un plus respecto a las particulares. «La participación activa en el proceso de aprendizaje es vital para el éxito. Los estímulos que se reciben por parte de iguales en el aula es muy enriquecedor», apunta Mercedes Enríquez. Además de aprender, las clases colectivas dan la oportunidad de socializar en una etapa de la vida en la que las relaciones se reducen.

El aprendizaje 'online' es una solución en determinados casos. «Ofrece la comodidad de que están en un espacio físico que controlan y puede servir si tienen problemas para desplazarse, pero obliga al manejo de una competencia digital que no siempre se tienen», coinciden las expertas.

Pequeñas metas

El tiempo de aprendizaje en las personas mayores tiene que ver con los objetivos del aprendizaje y la capacidad del adulto. Pero en su caso, «lo importante es que disfruten en el proceso». «Marcarse pequeñas metas ayuda en a mantener la motivación a largo plazo cuando queremos aprender un idioma de adulto», aconseja Mercedes Enríquez. En todo caso, «respetar el ritmo de cada persona y reforzar positivamente los logros que vaya teniendo es esencial», resume.

Viajes y grupos en redes sociales

Viajar al extranjero es un aliciente y facilita «comprender el idioma en toda su esencia», señala la profesora universitaria. «Conocer otra cultura es un proceso estimulante a esa edad», anima. Si no cuentan con la posibilidad de viajar, hoy en día se puede participar grupos que se crean online con personas de otros países para practicar idiomas.

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