Las 10 tecnologías que más darán que hablar en 2024

Estos son algunos de los asuntos tecnológicos que más titulares coparán en 2024:

2023 ha sido un año clave para la inteligencia artificial, impulsada por las adquisiciones y avances de gigantes como Google o Microsoft. Mucho se ha hablado también de cómo las máquinas podrían acabar sustituyendo a la mano de obra en infinidad de campos, si bien la mayoría de expertos coinciden en que se trata de una predicción algo extrema. Éstos prefieren hablar más bien de una 'IA Aumentada', esto es, la colaboración entre humanos e inteligencias artificiales tanto en el procesamiento de datos como en la toma de decisiones.

«Con la implementación e investigación de IA aumentada se pueden lograr una generación de imágenes, texto o cualquier otro tipo de contenido mucho más acorde al pensamiento humano, ofreciendo una mayor personalización y potenciando tanto la creatividad como la eficiencia en una amplia variedad de campos que van desde lo industrial a lo educativo», explica la firma Asseco en su decálogo de tendencias para el año que viene. Por su parte, la consultora Gartner espera que un 60% de las empresas utilicen soluciones de IA en 2024, lo que incrementará un 40% la productividad global según estimaciones del Banco Mundial.

Con las redes 5G todavía expandiéndose por el territorio nacional, la industria de las telecomunicaciones ya trabaja en la irrupción de la conectividad móvil 6G. Permitirá una transferencia de datos de hasta 1 terabyte por segundo, con un consumo de energía mínimo y una latencia irrisoria (el tiempo que transcurre entre que emitimos una orden y obtenemos respuesta). Esto último será de vital importancia en sectores como el del hogar inteligente o la telemedicina: un médico podrá controlar instrumental robótico-quirúrgico a distancia y sin retardo, lo que permitirá salvar numerosas vidas sin importar la ubicación del paciente alrededor del globo.

Sí, los coches eléctricos tan siquiera han terminado de imponerse, pero la prioridad de los fabricantes está puesta en los llamados vehículos autónomos (sin conductor). Todo apunta a que será en 2024 cuando deje de resultar extraño verlos por las carreteras, especialmente en el campo de la logística. No en vano, los utilitarios sin conductor aumentarán la productividad de las principales compañías de transporte y reducirán tanto los consumos de combustible (con el consiguiente beneficio medioambiental) como los accidentes de tráfico.

La revolución de los smartphones estuvo aparejada al Internet de las Cosas ('IoT' por sus siglas en inglés), esto es, a la conexión a la red de redes de la mayoría de dispositivos que tenemos por casa. Desde cafeteras hasta frigoríficos pasando por lavadoras o llaveros: raro es el gadget que no ofrece funciones conectadas hoy en día. ¿Acaso caben más avances en este campo? Así es, según Statita, cerca de 15.000 millones de dispositivos se conectarán al IoT en 2024, lo que tendrá un impacto de 12.000 millones de dólares en la economía mundial durante los próximos diez años.

Aunque los cascos de realidad virtual llevan décadas apareciendo y desapareciendo del mercado, todo podría cambiar durante los próximos años a raíz de la llamada realidad mixta. Esta tecnología combina la realidad virtual y la realidad aumentada (la superposición de elementos virtuales en el mundo que nos rodea, como una pantalla de 200 pulgadas en el salón o una pizarra digital en la oficina) para espolear las ventas y aplicaciones de este tipo de visores. El lanzamiento de las Vision Pro de Apple y la popularidad de la gama Quest de Meta (compañía responsable de Facebook, WhatsApp e Instagram) resultarán determinantes a este respecto.

Todos hemos visto almacenes de Amazon copados por robots que se encargan de llevar paquetes de una punta a otra de las instalaciones. O cómo el gigante del comercio electrónico ha abierto tiendas en las que los empleados han sido reemplazados por un sistema de cámaras y sensores capaces de cobrarnos al instante (solo tenemos que entrar, coger lo que queremos y salir del establecimiento). Tales ejemplos resultarán cada vez más habituales: según recoge LinkedIn, la consultora ABI Research espera unos 4.000 millones de robots y automatismos instalados en fábricas y establecimientos comerciales de todo el mundo de aquí a 2030.

La pandemia trajo consigo un incremento sustancial de los ataques informáticos y raro es el día que no sabemos de una nueva brecha de seguridad o filtración de datos. Por esto mismo, el campo de la criptografía será uno de los que más impulso alcancen durante 2024, como contramedida frente a los ciberdelincuentes. Se trata de un método para proteger las comunicaciones basado en el empleo de códigos, de forma que tan sólo los receptores de la información puedan leerla y procesarla. Podemos esperar entonces algoritmos criptográficos cada vez más seguros.

Según Gartner, un 95% de las empresas utilizarán servicios en la nube en 2024. Esto incumbe también al llamado 'cloud computing': todos los procesos de estas compañías se gestionan en equipos informáticos remotos de gran rendimiento, lo que les permite ahorrar espacio y dinero. En última instancia se incrementarán los puestos de trabajo relacionados con las tecnologías de la información ('IT'), también por el uso cada vez más intensivo que los usuarios realizamos de la nube para almacenar nuestros documentos, fotos y vídeos.

Los ordenadores cuánticos procesan cualquier información varios quintillones de veces más rápido que un equipo corriente, de ahí que muchos esperen con ansia la llegada de los primeros sistemas cuánticos comerciales en 2024. Para Asseco, esto supondrá «un salto significativo en el procesamiento de datos y en la resolución de problemas complejos, con aplicaciones potenciales en áreas como la criptografía, la simulación o la IA».

Cuando los grandes fabricantes de móviles presentan sus últimos dispositivos, a menudo hablan de chips reducidos a la mínima expresión (lo que contabilizan en nanómetros). Esto obedece al intento de la industria tecnológica por desarrollar componentes cada vez más pequeños, algo que veremos exponenciando durante los próximos doce meses y que dará lugar a aparatos más contenidos, potentes y con mayor autonomía.