«¿Sexo en el mar? Solemos acabar frustrados»
Lucía Jiménez Sexóloga ·
Sin ánimo de ser aguafiestas, es necesario desmentir algunos tópicos sexuales del veranoLlega el verano y todos nos las prometemos muy felices con las cosas del querer. Menos ropa, más tiempo... ¿Qué puede fallar? Pues no pretendemos ... ser aguafiestas, pero la sexóloga Lucía Jiménez, de la firma Diversual, nos hace una radiografía de lo que el verano es al sexo y viceversa. Ahí va...
– ¿Playa o montaña? Digo para tener mejor sexo...
– Cada vez hay más personas que me dicen que la naturaleza les pone un montón, los sitios escondidos, solitarios... Eso cuadra más con el monte, pero también en la costa habrá lugares así.
– Lo de tener relaciones en la playa, que tanto vemos en las pelis y las series, resulta que luego es...
– ¡Un bajón absoluto! Si por tener relaciones entendemos penetración, dentro del agua..., mal. Y explico por qué: la lubricación natural se va al carajo, lo del preservativo, en fin, misión imposible, y ya empezamos mal... ¡Es complicado! ¡Solemos tener muchas expectativas y acabar frustrados!
– Pues en la arena la cosa no mejora mucho: se mete por todos los lados y se te acaban exfoliando zonas que no quieres.
– Efectivamente. Cero práctico. Puede parecer sexy desde fuera, pero luego la realidad... Es que en el sexo son muy importantes las expectativas, las fantasías...
– Y luego nos damos con la dura realidad. ¡Y encima en vacaciones!
–Claro, por eso ahí va mi consejo: el mar es divino para el jugueteo, para todo lo que no es penetración. Para tocarse, apretar, sugerir, y se puede llegar al orgasmo así. Y tiene la gracia de que estás rodeado de gente pero no te ven, porque tienes el cuerpo sumergido, que eso le pone a mucha gente. Todos somos un poco exhibicionistas y un poco voyeurs.
– Cambiemos de escenario veraniego... Sexo en la piscina. ¿No es antihigiénico?
– Digo lo mismo que con la playa, es buen sitio pero para el previo. Y se requiere una piscina privada si va a haber penetración o mucho lío.
– Por un lado, el verano nos predispone al 'fuegote' porque la gente lleva menos ropa, las hormonas relacionadas con el deseo están más desatadas, tenemos más tiempo y menos estrés... Pero, ay, a 40 grados, ¿a quién le apetece un maratón de sexo? ¿De qué lado se inclina la balanza?
– Con 40 grados estás 'asao' y eso quita mucho las ganas. ¡Por eso decía que lo de la montaña cada vez gusta más! También he de decir que el mundo se divide entre los que tienen más actividad sexual en verano y los que prefieren no hacer nada porque tienen cero ganas.
– Si usted repasa sus mejores momentos sexuales, ¿están más ligados al verano o al invierno?
– ¡Al verano! Que también tiene su gracia el invierno para acurrucarse y tal, pero a mí, personalmente, dame el veranito, que me estimula por todas partes, me veo más libre... Es mejor que tener que meterte debajo de una mantita. Prefiero pasar calor, vaya.
– ¿Cuál es la prenda de verano más erótica?
– Considero supererótica la ropa de tejidos vaporosos, que acarician la piel. Y las sandalias tienen algo... Lo de llevar los pies al descubierto también pone.
– ¿Y la indumentaria antilujuria? ¿Los hombres con pantalón corto y calcetines largos, quizá?
– Ja, ja, ja... Ufff, para mí, las prendas apretadas. No me parece sexy, y menos en verano. Pienso que quien las lleva va incómodo y me da sensación de rigidez, no de libertad. A mí me parece erótica la ligereza...
Ventajas de ser rico
– Entre las prendas antilujuria, la playa que no mola para ciertas cosas, el calor que quita las ganas... Las parejas que durante el año tienen algo dormido el deseo y cifran sus esperanzas en recuperar el tiempo perdido en vacaciones..., mal, ¿no?
– Las vacaciones son muy liberadoras, pero no se recupera el tiempo perdido, no. Y, si vas con críos, con suegros, cuñados..., es difícil tener tiempo para los dos. Lo ideal es guardarse unos días para estar solos, pero, claro, hay que poder hacerlo. El placer también es algo muy político: requiere tiempo y dinero.
– Ay, a ver si ahora me va a decir que los ricos le dan más al tema.
– Ja, ja, ja... No es eso, pero es verdad que tienen más posibilidades para estar solos y, cuando no tienes que currar diez horas al día ni la preocupación de llegar a fin de mes..., pues esto ayuda. Menos cargas mentales, más lujuria, es así. Por eso digo lo del factor social. Aunque, a ver, todos tenemos manos para tocarnos, ¿eh?
– Sexo y política... ¿son mejores en la cama las personas de derechas o de izquierdas?
– Se oyen cosas sobre el sexo oral, ja, ja, ja, pero yo solo he tenido sexo con gente de izquierdas: a los de derechas con mis pelos en las axilas no sé si les atraigo ja, ja, ja.
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