Cómo evitar las molestas infecciones de orina en verano

Tomar líquidos favorece la limpieza de las vías urinarias mediante la orina, evitando así la aparición de bacterias que causan la cistitis. Las infecciones del tracto urinario (ITU) son las segundas más frecuentes en la población en general, sobre todo en esta época del año, en la que nos pasamos horas sumergidos en el agua de playas y piscinas.

Una transpiración adecuada de la zona íntima también ayuda a evitar infecciones. Es importante usar ropa holgada y de tejidos transpirables como el algodón. En el caso de las mujeres, las posibilidades de padecer una cistitis se multiplican: la mitad tendrá al menos una infección de orina a lo largo de su vida y en una de cada cuatro serán recurrentes.

Llevar un bañador mojado durante muchas horas es el perfecto escenario para las bacterias que causan este tipo de infecciones. Hay que procurar cambiarse de ropa después de estar en el agua. Para diagnosticar una infección, tanto en adultos como en niños, es necesario hacer un cultivo de orina, que se suele hacer con una tira reactiva.

Los perfumados pueden causar irritaciones en esta zona sensible, aumentando, de este modo, el riesgo de que aparezcan bacterias. El tratamiento suele ser antibiótico, pero en los casos de infecciones de orina recurrentes –más de dos episodios en seis meses o más de tres en un año–, la solución más eficaz son las vacunas.

Es importante orinar una vez finalizado el acto sexual, ya que de esta forma se reducen las posibilidades de que las bacterias queden alojadas en las proximidades de la uretra. Las cistitis presentan un cuadro clínico muy característico: dolor o escozor al orinar, frecuencia miccional muy aumentada y escasa y, a veces, sanguinolenta. Y siempre sin fiebre.