Miguel Llopis
Un verano a la última ·
Captura desde hace décadas las medusas que amenzan a los bañistas de la costa valenciana: «No les sacamos utilidad ninguna»Arturo Checa
Martes, 12 de agosto 2025, 23:25
Miguel Llopis Morell (Oliva, 1972) siempre ha andado literalmente entre la tierra y el mar. Nació en una «humilde familia» de agricultores por parte de ... madre y pescadores por parte de padre. «Al final, llamó más mi atención lo de 'de lo que se come se cría'». A los 16 años, «con gran disgusto por parte de mi madre» aparcó los estudios para ser pescador, «al igual que todos los varones desde mi bisabuelo por parte paterna». Y desde los 24 años prácticamente no ha hecho otra cosa que faenar por la costa valenciana entre salitre y sudor, primero con sus hermanos y luego con otros armadores. Desde hace unas décadas, con otra labor primordial en verano y para calma de los bañistas: limpiar de medusas las aguas del Mediterráneo.
– No pensaba ni que existieran los 'cazadores de medusas'... ¿Cómo acaba uno dedicado a esto?
– Más bien somos recolectores. Hace años, con la llegada del verano, sufríamos mucho con su captura. Para nosotros no tienen valor económico y sí ensucian mucho las redes. Nos limitan la labor de pesca, que es nuestra verdadera faena, y nos pueden perjudicar al sacarlas si nos salpicamos en la cara o el cuello, y no digamos en los ojos. Las playas amanecían con medusas varadas y muchas en la zona de baño, con lo que el Ayuntamiento de Gandía sacó una subvención para retirarlas.
– ¿Cómo es un día en 'su oficina'?
– Durante el verano salimos de viernes a domingo, desde las 8 de la mañana hasta las 11. Provistos de salabres (pequeñas redes con mango) recogemos cuantas vemos en la superficie del agua, generalmente unos 20 capazos por cada salida. También nos dejamos ver cerca de la costa para tranquilidad de los bañistas. Este año se nota que hay muchas.
– ¿En qué punto de la costa española hay más medusas?
– La cuenca mediterránea siempre ha sido pródiga. En las Islas Baleares tienen el mismo problema o peor que aquí, pues predomina más una especie que es muy urticante y provoca laceraciones considerables a los bañistas. En la Comunitat Valenciana, en la bahía entre Sagunto y Dénia, hay realmente muchas, sobre todo los años que son más cálidos y cuando no hay temporales marítimos frecuentes.
– ¿Qué se hace con ellas?
– A día de hoy aquí no les sacamos utilidad alguna. Así que según las vamos sacando del agua las dejamos en los capazos o contenedores durante unas horas, se deshidratan y mueren.
– ¿No se pueden usar para nada?
– ¡En Asia se las comen! Las salan para desecarlas. Creo que perderán la mayor parte de su masa. Luego, las preparan generalmente con sopas, aunque he escuchado que también hacen sushi con ellas.
– Y que ganancia tienen entonces con esto...
– El Ayuntamiento de Gandía suele dar una cantidad fija para la temporada de recogida y lo que percibamos por embarcación dependerá de la cantidad de barcas que quieran colaborar con esta iniciativa. Generalmente, poco más que para cubrir los gastos de navegación.
– Y supongo que otro 'pago' es la tranquilidad de los bañistas...
– Excepto algunos energúmenos a los que parece molestar nuestra presencia, la gente recibe bien que limpiemos la playa de medusas, o al menos que los intentemos, porque hay muchísimas y no llegamos a todas. También que limpiemos las aguas de los muchos plásticos que vemos flotando.
Miguel muestra durante la entrevista un vídeo que prueba la enorme plaga de estos animales marinos en las aguas valencianas. En las imágenes se ve a un joven africano asomado a la borda de una de las embarcaciones pesqueras, provisto de un salabre, y subiendo a cubierto en cada golpe de red tres o cuatro medusas a la vez. Los invertebrados acaban en una docena de capazos que pueblan la barca. «¡Dale fuerte, dale fuerte!», anima en la grabación Miguel a su compañero, con la costa al fondo.
– ¿Les ayuda de alguna manera la tecnología para esta labor?
– La tecnología no aporta demasiado en nuestro día a día. Para recoger las medusas han de estar en la superficie del agua, a la vista. Si por alguna razón están muy sumergidas no alcanzamos a cogerlas.
– ¿Se nota que hay más medusas por el cambio climático y el calentamiento del mar?
– En los últimos años, sí se ha notado que ha aumentado su presencia, aunque todos los años no hay las mismas. Pero si debiera aventurarme a relacionarlo con el cambio climático, me inclino hacía esta posibilidad.
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