El silencio erótico en las relaciones largas: así te boicotea
Se deja de hablar de sexo... y durante el sexo. ¿Por qué?
Todos conocemos parejas de esas que dicen que lo hablan todo y exhiben esa certeza ante los demás como si fuese un imponente trofeo. La ... pregunta del millón es si, en ese catálogo universal de asuntos que hablan sin tapujos, está el sexo. No el sexo en general, sino la vida sexual en común. Ahí muchas de esas parejas que presumen de transparencia y confianza absoluta... tienen mucho que callar. Porque igual no se dicen todo: el llamado silencio erótico, sobre todo en relaciones largas, afecta a muchísimas personas.
Pero, ¿qué es exactamente? «El hábito de no hablar sobre sexualidad; no expresar los gustos, deseos y líneas rojas… También se trata de la ausencia de comunicación durante la misma relación sexual, en la que se podría guiar a la pareja para que el encuentro resulte cada vez más placentero», explica la sexóloga Lucía Jiménez. Estas son las causas de este problema y las maneras de dejarlo atrás para mejorar la relación.
Y por esto nos callamos
«Muchas personas se conforman con lo que hay porque no creen que pueda haber otras maneras de encontrarse sexualmente», indica la experta de la firma de bienestar Diversual. Y esta 'ignorancia' lleva a la vergüenza. «Hay gente que pasa corte por sentir lo que siente o necesita, porque piensa que es raro o que va a dañar la autoestima de su pareja», desgrana Jiménez. Así, si todos fuésemos sinceros al 100% –como lo somos en consulta ante los profesionales del tema–, en el 'ranking' de causas del silencio erótico se encuentra en primer lugar el miedo a ofender «y a que el otro pueda tomar la sugerencia como una crítica».
Donde hay confianza de años... ¡hay silencio!
El silencio erótico es mucho más habitual en relaciones largas, aunque cabría pensar que la confianza que da los años facilitaría las cosas. «Es porque se ha asentado el hábito de no hablar desde el inicio y, para cuando ya han pasado años, resulta antinatural (dentro de la 'lógica' de la relación) sacar el tema a relucir». Total, que entre la creencia de que a tu pareja le tienes que poder leer la mente y de que el sexo es algo espontáneo que fluye por sí mismo (o, de lo contrario, no hay 'química') , la comunicación puede volverse nula. ¿Pero hablar de sexo no fomenta acaso el deseo? «La mayoría de las veces, sí. Pero, cuando hay mucho bloqueo sexual, hablar en exceso se convierte en algo que genera aversión y más presión de la que ya se tiene», advierte Jiménez.
Y del silencio... al 'sexo cero'
En muchas ocasiones, callarnos las cosas termina en poco sexo... o incluso en largas épocas de 'cero sexo'. A esto también se le llama silencio erótico y viene siendo, normalmente, una consecuencia de la incomunicación en este terreno. ¿Es recuperable la vida sexual tras una etapa 'silenciosa'? Ante todo, tranquilidad: «Por supuesto. Ahora bien, se ha de entender que hay etapas y momentos», apunta.
Los 'erotofílicos' sí hablan
Hay un aspecto de la personalidad que se conoce como 'erotofilia'. Es un rasgo que evalúa la disposición de un individuo a responder a las señales sexuales de forma positiva. Así que sí, hay personas que de forma innata se sienten más o menos atraídas hacia los temas sexuales y tienen la capacidad de saber manejarlos con naturalidad. Sin embargo, a pesar de esta predisposición natural, lo cierto es que incluso ellos 'entrenan' la capacidad de expresarse sobre sexo «y normalmente han tenido conversaciones 'incómodas' previamente».
Cómo comunicarse mejor
Generar un ambiente seguro es primordial... y abordar el tema cuando se disponga del tiempo suficiente para que la conversación se cierre sin dejar cabos sueltos. «Antes de empezar, se puede explicar que hablar de ello te produce miedo, inseguridad, dudas o incluso rechazo y, de este modo, hacer ver la propia vulnerabilidad para que la pareja pueda encuadrar la conversación que va a tener». Asimismo, es importante escucharse mutuamente, sin interrumpir a la otra persona, contradecirla o criticar.
Cuando se quieran señalar aspectos 'negativos', aconseja, es mucho mejor centrarse en lo que se desea que en lo que no funciona. «Por ejemplo, si se tiene la sensación de que la relación sexual se ha vuelto repetitiva, es mejor proponer nuevas posturas o el uso de juguetes que decir que lo que se está haciendo no resulta emocionante», desliza. Además, a la hora de hacer propuestas, es importante destacar el beneficio que tendrá la pareja en conjunto, no solo a nivel individual. Y, por último, un consejo para luchar contra el silencio erótico: «¡No se tiene que resolver todo en un día!».
Lo que más corte da decir...
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Expresar diferencias En el deseo y la necesidad de más o menos frecuencia sexual.
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Proponer ciertas prácticas «Querer probar el sexo anal, alguna fantasía que se considera que será juzgada, utilizar juguetes eróticos, llevar a cabo roles….», enumera Jiménez.
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Hablar 'sucio' «La de cosas que se dirían durante el sexo si desapareciera el miedo a sonar ridículo… Se pierden muchas oportunidades de hacer saber a la pareja las propias apetencias y de construir un mejor sexo».
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