El fenómeno del porno inmobliario
Por qué nos gusta fisgar los anuncios inmobiliarios (y dónde encontrar los mejores)Secciones
Servicios
Destacamos
El fenómeno del porno inmobliario
Por qué nos gusta fisgar los anuncios inmobiliarios (y dónde encontrar los mejores)Julia Fernández
Martes, 20 de febrero 2024
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Antonio se sabe los precios de todos los pisos en venta de su barrio. Y no exagera. Todos los días dedica un rato a entrar en portales inmobiliarios online «a echar un vistacito, es mi Instagram particular», relata. No tiene intención de comprar otra vivienda además de la que ya tiene, pero le da «gusto, placer... no sé definirlo» . Y sonríe.
¿Le suena? Lo que hace este hombre de 43 años en su tiempo libre se llama 'voyeurismo inmobiliario', un fenómeno cada vez más común. «En el fondo, siempre tienes esa esperanza de encontrar algo», contemporiza Ferran Font, director de estudios y portavoz de Pisos.com, uno de los grandes portales inmobiliarios de nuestro país. Otra cosa es que te lo puedas permitir o te convenga
A este profesional, esta práctica, sin embargo, no le suena a nuevo. «Antes se hacía en los escaparates de las inmobiliarias o en las propias oficinas», recuerda. E incluso la gente iba a ver las viviendas con más 'alegría'. Ahora, esa curiosidad se aplaca muchas veces con los anuncios en internet. «Cuanta más información proporciones, cuantas más fotos incluyas, más visitas tienes», explica. Y por eso, también recomienda incluir «vídeos y 'renders' (recreaciones en 3D)». Eso sí, de calidad: «Imágenes cuidadas, con buena luz, etc.».
8 de cada 10
usuarios de portales inmobiliarios se mete a ver pisos por el puro placer de mirar, sin intención de comprar.
1.687 euros
es el precio medio del metro cuadrado en el mercado inmobiliario de España.
179.355 fincas
se inscribieron en los Registros de Propiedad en noviembre de 2023, último mes del que hay datos del INE.
Sin embargo, no todo el mundo hace como Antonio, al que le basta con ojear anuncios y, como mucho, comentarlos con su pareja. «Hay fotos de pisos que dan miedo», explica. Y otros «que ya me gustaría que me tocara el Euromillones...». Hay otras personas que son capaces de llamar a la inmobiliaria en cuestión para ir a ver las casas in situ.
Lucía, abogada, aprovecha sus vacaciones para concertar alguna cita presencial allí donde veranea. No tiene mala intención, «solo quiere ver qué hay en el mercado», se justifica. «Todos tenemos expectativas», coincide Font. En 2022, último año con datos completos, se realizaron en España 649.494 compraventas. Hasta noviembre de 2023 iban ya 550.215, según el Instituto Nacional de Estadística.
- Un informe europeo alerta de que en dos terceras partes de la UE los precios no se corresponden con el nivel de ingresos de la población. En el caso de España creen que están un 20% por encima y señalan que, además, siguen creciendo cuando en la tendencia es la contraria. En Luxemburgo (el país con los precios más inflados), la República Checa, Países Bajos y Suecia, la caída de los precios ha sido muy clara, sostienen los técnicos.
No se crean que es un fenómeno nacional, por este carácter cotilla del que tenemos fama en nuestro país. Lo sufren en todas partes. El mayor portal inmobiliario de Australia ha constatado que el 60% de los usuarios de estas plataformas online entran por el puro placer de mirar. En Reino Unido incluso van más allá gracias al portal Nethouseprices, que, además de tener anuncios de viviendas, proporciona información del Registro de la Propiedad sobre el precio de venta de las casas de Inglaterra, Gales y Escocia. En el último mes recibió 600.000 visitas de gente que quería saber lo que le costó la propiedad a un vecino o un conocido.
Según otra encuesta realizada en nuestro país, hay más' voyeurs' de casas en venta de los que parece: ocho de cada diez encuestados admitían fantasear con los anuncios de pisos en venta y alquiler. Y el perfil medio es el de un hombre de entre 36 y 55 años. «Es un fenómeno contraproducente«, señala Helena Gallardo, presidenta de la Asociación Española de Personal Shoppers inmobiliarios (AEPSI), y que prefiere denominar a estas personas como «turistas inmobiliarios». Y lo es en dos direcciones: «Tanto para el que compra como para el que vende porque genera frustración».
Para los agentes inmobiliarios es engorroso. Por un lado, porque supone cierta pérdida de tiempo si alguien sin intención de comprar concierta una cita. Por otro, porque convierte a los vendedores en más desconfiados, sobre todo si la vivienda en cuestión es su residencia habitual. ¿Quien quiere mostrar su intimidad a desconocidos?
Hasta ahora, cuenta Gallardo, era habitual que personas de alto nivel pusieran pegas para dejar pasar a gente a ver la casa. «Sobre todo, si tenían obras de arte u objetos de valor». Sin embargo, hace unos meses ha empezado a ver anuncios con un aviso: abstenerse quien no acredite informes económicos que hagan viable la transacción.
«Suena duro e incluso puede que te plantees que es invasivo con respecto a tu intimidad», admite la también letrada. Pero es el cedazo que libra de este tipo de 'voyeurs'. Los portales inmobiliarios les abren la puerta; la segmentación, explica Font, es algo que viene después, por parte de las agencias y de los propios vendedores.
Por supuesto, los inmuebles de lujo son muy golosos para los que practican este 'voyeurismo'. ¿Quién no quiere saber cómo es esa mansión sobre la colina que ve de vez en cuando desde la autopista? ¿O ese pisazo en lo mejorcito de la ciudad donde vive? Las oscuros objetos de deseo de los españoles están muy claros, según los expertos del sector: áticos urbanos de diseño, mansiones con piscina, villas frente al mar y casitas rurales con terreno.
Una de las cuentas especializadas en este sector es esta:
@dizaconsultores Estas vistas nos tienen enamorados 🫠😍 ¡Comenta cual ha sido tu parte favorita! #housetour #madrid #vistas #realestate #wealth ♬ Lady - Hear Me Tonight - Modjo
Hay una explicación psicológica para este comportamiento: nos da placer, algo muy necesario en esta sociedad acelerada e hiperconectada. Como ese plato de pasta que nos metemos entre pecho y espalda un miércoles por la noche. Y nos ayuda a evadirnos y a fantasear. «La fantasía tiene una función lúdica y forma parte de una dimensión amplia del ser humano», señala Loreto Barrios, psicóloga y doctora arquitecta.
Tomarse como meta conseguir una casa similar a esa que ahora no podemos alcanzar es algo positivo. La llamada visualización «es muy poderosa. Y el ejemplo más claro son los deportistas lesionados, que la practican durante sus bajas y les sirve para entrenar». Sin embargo, darle el nombre de 'voyeurismo' le impregna una connotación negativa.
- ¿Es malo?
- La pregunta es qué hay de malo en hacer algo no normativo si no dañamos a nadie ni a nosotros mismos. Otra cosa es si nos genera una pulsión o una adicción.
Barrios opina que la clave está en la actitud con la que nos presentamos. «Si te produce satisfacción, te hace sentir bien o te sirve para ponerte objetivos, no hay problema. Otra cosa es que cuando te genera resentimiento, frustración, te cabrea...».
También es cierto que las inmobiliarias favorecen el 'voyeurismo' y se valen de él. El ejemplo más claro es el 'home staging', esa tendencia a decorar las casas que se van a vender de una manera bonita y agradable para que la gente 'pique'. Es como poner un caramelo a la puerta de un colegio. Pioneros de esto fueron los suecos Tomas Backman, Sofie Ganeva, Swen Wallén y Mattias Kardell, que fundaron Fantastik Frank hace 13 años bajo el lema 'inspirar para comprar'.
Revolucionaron el mundillo y su modelo fue imitado después por los británicos de The Modern House. Sus anuncios de casas parece editoriales de una revista de diseño y decoración. Matt Gibberd y Albert Hill, sus promotores, fundaron después Inigo, especializada en casas históricas de Gran Bretaña que parecen sacadas de auténticos cuentos. En España, la pionera fue The Home Hunter y nació en 2013 gracias a Tessa Muga y Román Macià.
@thehomehunter_ VENTA BCN • PALLARS / POBLE NOU Este magnífico piso espera a sus nuevos inquilinos con muchas ganas🫶🏻 #fyp #parati #housetour #thehomehunter #housesoftiktok #inmobiliaria #realestate #barcelona #interiordesign #casasmodernas ♬ Dancing In The Moonlight - 苏颜悦
Comprar un piso es algo emocional, así que es inevitable que todo lo que lo rodea vaya orientado hacia esta parte de nosotros mismos. Ahora bien, «el cotilleo por el cotilleo, por saber quién vive ahí o cómo lo hace puede tener una connotación negativa», concluye Barrios.
Mirar al tuntún con intención de comprar tampoco es conveniente. «Yo recomiendo siempre tener claro a lo que vas», explica Helena Gallardo, que también ejerce de personal shopper inmobiliaria. Lo primero, desvela, es saber cuánto puedes gastarte. «Te tienes que poner con lápiz y papel y hacer cuentas«. Y ojo, que no es solo la hipoteca, tienes que contar con el IBI, las derramas... «Queda muy mal eso de mirar primero y confirmar después si lo puedes pagar tras consultar con el banco. Hay que hacerlo antes. Si no lo haces y le dices al agente que aún no sabes, que vas a mirarlo... quedas en desventaja. Puede que ni te vuelva a llamar».
Con la cifra ya clara, es el momento de salir a buscar al mercado. Pero no a mirar por mirar. «Es necesario que sepas qué piso o casa necesitas, en qué barrio, etc.», prosigue Gallardo. Y no solo por facilitar la labor de quien te eche una mano en la inmobiliaria. También por tu propia salud mental: «Si visitas pisos en otras zonas o con más habitaciones de las necesarias... te puedes crear unas expectativas difíciles de cumplir».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.