'Yo quiero bailar': Los orígenes de la canción del verano
El single de Sonia Madoc y Selena Leo sigue radiándose casi un cuarto de siglo después
Sonia Basseda y Bárbara Selena Rodríguez figuran desde 2001 en el imaginario colectivo de los españoles: su himno veraniego 'Yo quiero bailar' consiguió que moviésemos ... las caderas en verbenas, discotecas e incluso fiestas de guardar, fruto de un ritmo pegadizo y calculado al milímetro. Detrás anduvieron los productores Toni y Xasqui Ten, quienes a través del sello discográfico Vale Music configuraron algunos de los temas más radiados entre finales de los 90 y la primera década del 2000.
Antes de resultar seleccionadas en el 'casting' organizado por los hermanos Ten (empeñados en lanzar a un dúo que reventase el panorama musical), Sonia y Selena ya acumulaban tablas: la primera fue elegida doble oficial de Pamela Anderson, lo que la llevó a firmar su primer single allá por 1994 ('Get Up And Dance' se titulaba); la segunda, asidua de diferentes ballets televisivos, acompañó en el escenario a figuras de la talla de Enrique Iglesias, Celia Cruz o Ricky Martin.
Así hasta grabar el tema que dio nombre a su primer y único álbum, con el que participaron en la preselección española de Eurovisión. Aunque 'Eurocanción' no les dio mucha suerte (resultaron las novenas clasificadas en una tabla que acabó coronando David Civera), la semilla del éxito ya estaba plantada: 'Yo quiero bailar' comenzó a sonar por activa y por pasiva en la casa del por entonces celebérrimo 'Gran Hermano' y todos interiorizamos aquello de que «cuando llega el calor, los chicos se enamoran». ¿El resultado? Más de millón y medio de discos vendidos y una trascendencia internacional que pilló desprevenidos a los impulsores del proyecto.
Por desgracia, las desavenencias entre ambas intérpretes terminaron pasando factura menos de un año después, lo que llevó a la disolución del dúo hasta 2011. El décimo aniversario de su canción del verano propició u
n par de versiones y un amago de reunión que, sin embargo, no cuajaría hasta el Benidorm Fest de 2025, cuando la rubia y la morena decidieron probar suerte con 'Reinas', en un nuevo intento por representar a España en el festival musical de la Unión Europea de Radiodifusión. Mientras ustedes leen esto, de hecho, tal vez esté sonando en la radio la enésima iteración de 'Yo quiero bailar' ('Gritando Mix'): una muestra más de que los petardazos veraniegos están hechos de otra pasta; compuestos para resultar irresistibles sin importar las generaciones que dejen tras de sí.
De 'El chiringuito' al 'Aserejé'
Hablar de las canciones del verano en España es hacerlo también de clásicos imperecederos (imposibles de obviar en bodas, bautizos y comuniones) como 'El chiringuito' de Georgie Dann (1989), 'La Macarena' de Los del Río (1996) o el 'Aserejé' de Las Ketchup (2002). Ahora bien, ¿de dónde surgió el concepto de 'canción del verano'? Fue la Asociación Italiana de Fonografía quien, en 1964 y siguiendo la estela del Festival de San Remo, decidió convocar un concurso que espolease las ventas de la industria discográfica durante el periodo estival. Se apodó 'Un disco per l'estate' ('Un disco para el verano') y tuvo como fin elegir la canción más pegadiza de entre las seleccionadas, gala televisada mediante.
La idea no tardó en llegar a nuestras fronteras de la mano de las principales cadenas radiofónicas (con el por entonces programa radiofónico 'Los 40 Principales' como impulsor), quienes a partir de 1966 comenzaron a designar sus propias canciones del verano. Entre las abanderadas se pueden destacar 'La Yenka' de Johnny and Charley, 'Black is Black' de Los Bravos, 'Cuéntame' de Fórmula V o 'Un rayo de sol' de Los Diablos.
Actualmente suelen ser las redes sociales las que ejercen de juez y parte y a veces encumbran los temas más utilizados para ilustrar publicaciones e historias efímeras en Instagram o TikTok. Que se lo digan, si no, al 'Despacito' de Luis Fonsi y Daddy Yankee, que en 2017 batió todos los récords tras viralizarse en internet.
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