'Heat training', el secreto de Pogaçar para reventar todos los récords ciclistas
Dos profesionales nos explican en qué consiste y quién puede practicarlo
Julia Fernández
Martes, 9 de septiembre 2025
La última moda a la hora de entrenar es el 'heat training', cuya traducción literal es entrenamiento con calor. Pero no con un poco, no. ... No vale con quitar el aire acondicionado de la sala donde vas a hacer cinta o spinning. Hablamos de bien de bochorno, de ese que te hace sudar por sitios insospechados y sufrir un poco. ¿Por qué nos sometemos a esta 'torturita'? Dicen que ejercitarte en ese ambiente es la clave para rendir más y el secreto que está detrás de los triunfos de, por ejemplo, Tadej Pogaçar, dominador absoluto del ciclismo actual, o de Kilian Jornett, el mejor corredor del mundo de carreras de montañas.
¿Y qué es lo que hacen? «El entrenamiento con calor implica exponer al deportista a sesiones de ejercicio en ambientes controlados a temperaturas elevadas, normalmente entre 35 y 40 grados con humedad específica», explica Volker Tarnow, preparador físico y director del Centro VT Rehab Performance Health. Para ello, se ejercitan «preferentemente en salas cerradas o cámaras climatizadas» donde se pueden programar y controlar las condiciones ambientales para «asegurar que el estímulo sea suficiente y constante», añade el experto. Vamos, que no es entrenar en cualquier lugar.
No lo hacen, lógicamente, por gusto. De hecho, en el caso de Pogaçar, por ejemplo, es todo lo contrario, porque odia esos calores. Lo hacen porque les da resultados: andan mejor y se cansan menos. ¿Magia? No, ciencia. «El cuerpo incrementa el volumen plasmático, mejora la eficiencia a cardiaca, aumenta la sudoración y optimiza la regulación térmica», enumera Tarnow. Y todo ello resulta en una mejor tolerancia al esfuerzo y en una mejora del rendimiento: «Se reduce la frecuencia cardiaca para la misma carga de trabajo, se retrasa la fatiga y se protege el funcionamiento muscular».
Es, como hemos dicho, el último grito. Pero ojo si ya estás buscando algún gimnasio en el que te puedas poner a ello. Más allá del bikram yoga es difícil de encontrar, al menos todavía. Porque ponerlo en práctica requiere dos cosas:un plan de entrenamiento específico y supervisión de profesionales. En el caso de los deportistas, detrás están sus «médicos deportivos, fisiólogos del ejercicio y preparados físicos especializados», precisa Tarnow. No es nada improvisado, lo que, además de resultados, garantiza la seguridad de quien lo practica.
¿Llegará a la calle? «Seguramente sí, pero hay que tener cuidado con copiar todo sin mirar más allá», advierte Álvaro Puche, entrenador personal y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Ya pasó, por ejemplo, con los entrenamientos en altura, que, por cierto, tienen también como objetivo «aumentar el hematocrito.» (como el 'heat training'). Ahora cada vez es más normal encontrarse a deportistas aficionados haciendo 'stages', como los profesionales, en sitios como Sierra Nevada. O los campus de entrenamiento para amateurs, que ríete tú del plan de Pogaçar.
No se practica de cualquier forma, sino de forma «planificada» y «bajo supervisión»
Es verdad que sarna con gusto no pica, pero Puche plantea una pregunta: «¿Realmente yo, un corredor popular que hago de vez en cuando alguna carrera de 5 o 10 kilómetros, necesito someter a mi organismo a semejante estrés para optimizar mi rendimiento deportivo?». En el caso del entrenamiento con calor su respuesta es tajante: no. «Debemos tener en cuenta que los deportistas profesionales se conocen muy bien. Están entrenados y también acostumbrados a poner sus cuerpos al límite», afirma.
Tarnow considera que este tipo de entrenamiento es seguro y útil en aficionados, pero con condiciones:«Siempre que se sigan pautas científicas y exista supervisión profesional». Porque no hay que dejar nada a la improvisación:hay que mantener la hidratación, no excederse con la intensidad...
– ¿Y podría cualquiera en estas condiciones?
Volker Tarnow: No se aconseja en personas con problemas cardiovasculares o sin experiencia en entrenamiento sistemático.
Una organización milimétrica
Otro asunto es la planificación. Un deportista profesional «está monitorizado, vigilado por médicos y entrenadores que estudian todos sus biomarcadores...», una ventaja a la hora de detectar cualquier pequeña anomalía, coinciden ambos expertos. Además, el entrenamiento con calor no lo hacen a su libre albedrío, tienen unas pautas.
«Para una adaptación efectiva se recomienda un bloque de entre 2 y 4 sesiones semanales durante 4 a 6 semanas, tramos de al menos 45 minutos a intensidad baja o moderada», precisa Tarnow. Así es como Pogaçar «ha logrado expandir significativamente su masa de hemoglobina y volumen plasmático». En ciclistas de alto nivel, cinco semanas de 'heat training' pueden producir el doble de expansión de masa de hemoglobina que tres semanas en altitud, con mejoras evidentes en el rendimiento sobre la bici y una aclimatación óptima para carreras en clima cálido.
Pero como bien avisa Puche, si realmente somos unos deportistas amateur y no especialmente entrenados –o si odiamos el calor–, esto no es para nosotros.
– ¿Qué nos queda para mejorar el hematocrito?
–El trabajo de intervalos, es una muy buena opción con mucho menos riesgos. Nos ayuda sin exponernos a esas temperaturas.
Un esfuerzo no saludable
Copiar lo que hacen los deportistas famosos no siempre está bien. El preparador físico Álvaro Puche lo explica: «El alto rendimiento no siempre es saludable». No es que estos profesionales corran ningún riesgo –porque para eso están hipervigilados–, pero sí ponen al límite sus organismos. Y no solo por los esfuerzos, también, por ejemplo, con los porcentajes de grasa. Se ve rápido en el caso de los ciclistas. Este verano, la ganadora del Tour Femmes, Pauline Ferrand-Prevot, fue criticada porque para conseguir la victoria afinó su figura al máximo:perdió 5 kilos ella que ya era delgada. «Esto lo puede hacer un profesional. Tienen picos de forma durante la temporada», señala. Y cuando acaba, se relajan: «Es famoso el caso del sprinter Mark Cavendish», que en vacaciones, se olvidaba de la dieta.
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