Esas personas que pueden mejorar las condiciones de tu hipoteca... existen
Así trabajan los brokers inmobiliarios, una figura relativamente nueva en nuestro mercado inmobiliario
Iratxe Bernal
Domingo, 2 de noviembre 2025, 23:12
Conseguir una hipoteca al 2,2% TAE cuando la media está en el 3% es un logro que nos va a permitir ahorrarnos un pico ... en la suma final de los intereses que paguemos. Y obtenerla es posible, aunque no seas especialmente bueno regateando. Basta con acudir a profesionales especializados precisamente en eso, en negociar con los bancos por debajo de sus ofertas genéricas. Son los brokers hipotecarios, una figura relativamente nueva en nuestro mercado inmobiliario.
Digamos, para situarnos gracias a un ejemplo muy sencillo, que cumplen la misma función que tradicionalmente han desarrollado los corredores en la contratación de seguros. Estos profesionales conocen al dedillo el terreno, lo que de entrada ya les permite llamar a la puerta de entidades a las que nosotros muy probablemente no acudiríamos por puro desconocimiento o por falta de tiempo para rastrear todas las opciones del mercado. Pero, además, funcionan como 'captadores' para los bancos, lo que, aunque de entrada pueda no sonar demasiado bien, redunda en beneficio del cliente; a las entidades les interesa ser una referencia para ellos, que estén satisfechos con las propuestas que les permiten trasladarnos, por lo que les van a dar un mayor margen de negociación que a un particular. De ahí que sea un servicio especialmente útil para quienes teman no entender bien qué están contratando, tengan especial urgencia en conseguir un acuerdo, requieran más del 80% de la financiación, cuenten con ingresos variables, hayan sido rechazados previamente por alguna entidad o planteen operaciones fuera de lo habitual, como una hipoteca puente o la compra de vivienda rústica. También se puede recurrir a ellos si nuestra situación económica ha cambiado y lo que nos interesa es renegociar o subrogar la hipoteca.
Su negociación con los bancos estará siempre totalmente ajustada a nuestras circunstancias, por lo que debemos proporcionarle toda la información financiera que requiera para evaluar nuestra capacidad real de endeudamiento. «El broker debe analizar de forma imparcial y confidencial tu situación financiera y explicarte claramente las condiciones y riesgos de cada producto. Está obligado a entregarte la Ficha Europea de Información Normalizada –el documento que proporciona el banco con las condiciones personalizadas de la hipoteca– y, aunque la normativa no establece un mínimo de ofertas que debamos presentar, si tenemos que justificar que hemos comparado distintas opciones y que todas son adecuadas para ti», señala Ignacio Menéndez-Morán, presidente Asociación Española de Brokers Hipotecarios, quien subraya que, «además de comparar y negociar, podemos gestionar todo el proceso, incluyendo la preparación de la documentación –como la obtención del Certificado de Eficiencia Energética CEE o la tasación– y así agilizamos la formalización de la hipoteca».
Igual lo paga el banco...
¿Y quién lo paga? Aquí hay varios modelos, porque también hay distintas figuras que, aunque no son exactamente idénticas, ofrecen algún tipo de intermediación hipotecaria. La más conocida, debido a las campañas publicitarias que realizan, es la del broker gratuito ligado a un portal inmobiliario o comparador de hipotecas. En este caso, hay que tener en cuenta que su búsqueda parte de los acuerdos previos que ese portal o comparador haya podido cerrar con distintas entidades bancarias, por lo que no nos ofrecerán ninguna opción fuera de esas y, además, pueden descartar nuestra solicitud si nuestro perfil no se ajusta al canon.
Los brokers independientes, en cambio, no tienen ninguna limitación a la hora de comparar entre entidades y, como ya hemos dicho antes, sí responden a quienes, de entrada, no presentan el perfil favorito de los bancos. Esto no quiere decir que sea el cliente quien pague sus servicios. De hecho, en la asociación, aseguran que lo más habitual es que nos salga igualmente gratis y sea el banco en el que, «por haberle llevado un cliente, además de agilizado y abaratado algunos de los trámites», se haga cargo de sus honorarios. En caso de que nos corresponda a nosotros pagarlo, es importante saber que la cuantía puede ser una tarifa fija o un porcentaje –entre un 1% y un 4% del importe del préstamo– y se abona siempre al final de todo proceso y a éxito; es decir, si no contratamos ninguna de las hipotecas que nos presentan, no pagamos.
En cualquier caso, la forma de pago ha de quedar claramente especificada en el contrato, en el que además deben figurar los datos completos del broker –su número de registro en el Banco de España, que, junto a la formación específica, es requisito exigido por la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario– y se debe detallar si trabaja de forma independiente o vinculado a entidades concretas, los bancos con los que colabora habitualmente y qué servicios prestará, así como la duración del contrato y las condiciones para desistir o reclamar.
Para evitar la picaresca, es frecuente que también se indique la penalización que tendríamos que asumir si contratamos directamente con la entidad una hipoteca que previamente nos ha presentado el broker y hemos rechazado. «El contrato debe garantizar transparencia, confidencialidad y ausencia de pagos anticipados, porque lo que pretendemos es resultar un aliado clave en una de las decisiones financieras más importantes de la vida de cualquier persona explicándole cada fase del proceso y acompañándole hasta el final», explica Menéndez-Morán.
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