Ni civismo ni educación
La expulsión de 22 niños de 10 y 11 años de un tren en León, a medio camino de su viaje, por su mal comportamiento debe llevarnos a la reflexión sobre la sociedad que estamos creando, con jóvenes que se creen por encima de todo. Y para más 'inri', se crucifica al revisor que tomó la decisión. Algo falla