La investigación apunta al matrimonio de Guanarteme

En el lugar estuvieron agentes de la Guardia Civil y en torno a las 18.00 horas se presentó el juez de guardia, que ordenó, además de la custodia de los restos, que este lunes procediera a una operativo con todas las garantías forenses para desenterrar en su totalidad los restos y buscar en la zona posibles pistas. Esas tareas terminaron en torno a las 10.00 de este lunes.

Juntos a los restos con apariencia humana, los agentes encontraron unas gafas y otros elementos personales que podrían ser determinantes para la identificación. Los mismos fueron trasladados a la capital grancanaria para su examen y cotejo con las bases de datos. Según las fuentes consultadas por este periódico, y habida cuenta que todo indica que se trataría de restos de personas adultas, la primera hipótesis de la investigación se centra en la posible conexión con el caso de la pareja de ancianos que desapareció en el año 2012 en el barrio de Guanarteme, en la capital grancanaria. De hecho, las gafas encontradas en el lugar podrían ser clave para apuntalar esa tesis, así como otros objetos hallados.

Como se recordará, Antonio Quesada y Ana María Artiles desaparecieron el 6 de marzo de 2012 en el citado barrio. Él tenía entonces 76 años y ella 74 y desde entonces no se ha vuelto a saber de ellos.

La investigación sobre esa desaparición está en manos del Cuerpo Nacional de Policía, mientras que el hallazgo realizado ayer fue obra de agentes de la Guardia Civil. En todo caso, ambos cuerpos trabajan estrechamente coordinados en las islas y en especial en lo relativo a los casos de desaparecidos -como los de Sara Morales, que lleva la Policía Nacional, y Yeremi Vargas, que es competencia de la Guardia Civil.

Después de cinco años sin un solo dato sobre su paradero ni cómo podrían estar, los familiares del matrimonio integrado por Antonio Quesada y Ana María Artiles hace tiempo que los dan por fallecidos. La esperanza, según reconocieron a este periódico hace ya más de un año, se perdió hace tiempo. Su prioridad, de confirmarse ese triste final, sería conocer el paradero de los restos para así despedirse de ellos. Es una reivindicación que hacen otras familias de desaparecidos, como sucede con el menor de Vecindario Yéremi Vargas. Ahora será el dictamen forense, previsiblemente con prueba de ADN, el que determine de quiénes son los restos hallados ayer.

No es la primera vez que agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad se encuentran en Canarias con restos óseos que en principio parecían humanos y que finalmente no lo eran. Sin embargo, ayer el primer análisis confirmó que se trataría de restos de dos personas, con el añadido de que aparecieron junto a ellos objetos personales que pueden ser determinantes para la identificación. Solo fueron retirados unos pocos huesos.