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Antonio Gustavo O.Q., en prisión provisional desde el 18 de enero de 2017, se enfrenta a una petición por parte de la Fiscalía de un total de 18 años de prisión, quince de ellos por un delito de asesinato en grado de tentativa y los otros tres por un delito de maltrato habitual contra su mujer, Ketty C.S.M. A esto se suma la petición de prohibirle comunicarse por cualquier medio con la víctima durante 24 años y de aproximarse a ella a menos de 1.000 metros. Además de una inhabilitación especial del derecho al ejercicio de la patria potestad durante cinco años y de comunicarse durante ocho años por cualquier medio con sus hijos ni acercarse a menos de 1.000 metros. La Fiscalía suma a los dos delitos relatados el agravante de parentesco y, por primera vez en la provincia de Las Palmas, el agravante de actuar por razones de género respecto al delito de asesinato en grado de tentativa.
El Fiscal encargado de instruir el procedimiento tramitado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria da como probado que el acusado, aprovechando que se encontraba a solas el 16 de enero de 2017 en el domicilio familiar del barrio de San Roque, en Las Palmas de Gran Canaria, con su esposa, y que esta «no podía esperar una conducta con las características violentas que se iba a desarrollar, con el propósito de acabar con su vida, de forma sorpresiva, limitando así sus posibilidades de defensa» se enfundó dos «guantes de cuero negros» en cada una de las manos en las que portaba «cuchillos de 25 centímetros» con los que comenzó a «propinarle cuchilladas por el cuerpo, a la altura del pecho, cuello, abdomen, brazos intentando la víctima evitarlas» en ese intento por acabar con su vida una de las cuchilladas «permaneció clavada hasta su ingreso hospitalario». En un momento dado, y ante la actitud «violenta y agresiva, con completo conocimiento del daño y sufrimiento» la víctima imploró auxilio momento en que el acusado acudió a «tomar una bolsa de plástico con la intención de asfixiarla, no llegando a ejecutar dicha acción» momento en que la víctima «fingió estar sin vida cerrando los ojos» momento en que el acusado «se desprendió del cuchillo.. para acto seguido ducharse y abandonar el domicilio por el garaje».
La mujer fue intervenida quirúrgicamente de urgencia, permaneció ocho días hospitalizada y necesitó 201 días para curarse físicamente.
De cara al juicio oral, la Fiscalía ha solicitado que la declaración de la víctima se realice en un espacio físico independiente del lugar donde se encuentre el procesado o que como mínimo se evite la confrontación visual con él. Además, reclaman que cuente con acompañamiento policial que garantice su seguridad, integridad e intimidad y asistencia psicológica.
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