La Guardia Civil detiene a un hombre por maltrato animal tras el abandono de su perra en Gran Canaria
El animal presentaba una grave infección con cientos de larvas y tuvo que ser sacrificado por el sufrimiento irreversible causado por la falta de cuidados
La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Compañía de Vecindario, ha detenido a una persona como presunta autora de un delito de maltrato animal por omisión, después de que su perra falleciera como consecuencia de una situación prolongada de abandono y falta de atención. El animal tuvo que ser sacrificado de forma humanitaria ante la gravedad de las lesiones, un desenlace que causó una gran impresión entre los agentes que intervinieron en el caso.
Los hechos se iniciaron el pasado 16 de julio, cuando una llamada anónima alertó a las autoridades sobre el estado crítico de un perro que había sido trasladado a una clínica veterinaria de Carrizal. Tras valorar su estado, los profesionales confirmaron que el animal no podría recuperarse, por lo que se le practicó la eutanasia para evitarle un mayor sufrimiento.
El informe veterinario, al que tuvo acceso el SEPRONA, describe un cuadro clínico extremadamente grave. La perra presentaba un 7% de deshidratación y una masa mamaria ulcerada que había provocado una infección interna. La herida ya estaba infestada por cientos de larvas de mosca común, lo que sugiere que llevaba varios días sufriendo sin recibir atención veterinaria.
Este caso supone un duro recordatorio sobre las graves consecuencias que puede tener el abandono de los animales. Los perros dependen completamente de sus propietarios, que tienen la responsabilidad moral y legal de velar por su bienestar. El maltrato, la dejadez y el abandono no son comportamientos inocuos, sino delitos que están contemplados y castigados por la ley.
Las diligencias instruidas por la Guardia Civil han sido remitidas al Juzgado de Guardia de Telde y a la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas. Las penas por este tipo de casos pueden ser severas y buscan no solo sancionar la crueldad, sino también prevenir futuros comportamientos similares.
Gracias a la llamada anónima fue posible intervenir, aunque en esta ocasión no se pudo salvar la vida del animal. Por ello, se hace un llamamiento a la sociedad para que no permanezca indiferente ante este tipo de situaciones y denuncie cualquier indicio de abandono o maltrato.