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«El jueves pasado llevamos a la niña a la guardería a las ocho de la mañana y la recogí a las tres de la tarde. Ya en la casa le noté una serie de lesiones, concretamente tres marcas paralelas de unos tres centímetros de ancho. Por ello consideré que mi hija estaba siendo víctima de maltrato. En ese momento le comunicamos al Cuerpo Nacional de Policía lo que estaba sucediendo y que el centro tenía cámara de vigilancia», describió el denunciante los hechos.
El padre que destacó el supuesto maltrato de una de las cuidadoras en la guardería de Telde había notado un cambio en su hija tras el cambio de educadora. «La niña se había vuelto más introvertida, había perdido mucho la alegría y demás. De hecho, desde hace unos días ha empezado a normalizarse y a ser como ella era. La niña tiene dos años y llevaba en la guardería desde los seis meses y comenzamos a notar que no estaba como siempre cuando cambió de educadora».
Sin poder descubrir el contenido de las imágenes que se han obtenido de la cámara del centro, el progenitor afirma estar afectado por lo visto en las mismas. «No hemos visto todo el vídeo, solo un extracto de las imágenes para reconocer a nuestra hija. No puedo entrar en detalles, pero se siente mucha impotencia», aseveró el padre visiblemente afectado.
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